La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha condenado a seis años de prisión al acusado de agredir sexualmente a su cuidadora en Arrecife, después de que éste reconociera los hechos durante el juicio que se celebró el pasado 26 de septiembre en Gran Canaria.
Además, el procesado, que era usuario de una vivienda de una asociación de atención a personas con discapacidad de la isla, deberá indemnizar a la víctima con 13.582 euros por las lesiones y las secuelas causadas y deberá pagar una multa de 120 euros por un delito leve de lesiones.
Según se considera probado, los hechos tuvieron lugar el 1 de diciembre de 2017, cuando J.A.H. se encontraba en la vivienda "viendo la televisión" en compañía de la cuidadora del turno de noche, que trabajaba como personal de apoyo directo de la entidad. Sobre las dos de la madrugada, el acusado le pidió a la cuidadora que le diera la medicación y cuando ésta se acercó al armario donde guardaban la misma, "se acercó por detrás" a la víctima, "tapándole la boca con un papel impregnado con una sustancia que desprendía un fuerte olor, tirándola al suelo y diciéndole en todo momento 'cállate, cállate, no grites'".
Posteriormente, el procesado "agarró de los brazos" a la cuidadora y "la tiró al sofá", donde "intentó besarla", a la vez que "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales le metía mano por debajo del jersey, mientras le tapaba "la boca y la nariz con la mano".
Amedrentó a la víctima con un cuchillo
Tras ello, según se recoge en el escrito de Fiscalía, el acusado llevó a la cuidadora a la cocina donde "cogió un cuchillo de sierra y la tiró al suelo" y "con ánimo de amedrentarla y vencer la resistencia" que la víctima ponía, "le acercó el cuchillo a su estómago y al cuello, haciendo presión con el mismo", a la vez que le quitó la ropa y se colocó desnudo encima de ella.
Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió diversas lesiones para las que necesitó 20 días de sanación, "siendo cinco de ellos impeditivos para sus ocupaciones habituales", y con "secuelas trastorno neurótico del estrés postraumático leve".
Libertad vigilada durante ocho años
Por ello, y después de que el acusado reconociera los hechos, se llegó a un acuerdo de conformidad por el que J.A.H. ha sido condenado a seis años de prisión por un delito de agresión sexual con la prohibición de aproximarse a la víctima, comunicarse con ella, volver al lugar donde cometió los hechos o acudir al domicilio de la misma, lugar de trabajo o cualquier otro frecuentado por ella durante un tiempo de diez años.
Asimismo, tras el cumplimiento de la pena de prisión, se le impone al penado la medida de libertad vigilada consistente en la obligación de participar en programas de educación sexual, así como en la prohibición de acercarse o comunicarse por un periodo de ocho años con la víctima, a quien además deberá pagar una indemnización de 825 euros por las lesiones sufridas y de 12.757,55 euros por las secuelas. Además, al acusado se le ha impuesto una multa de 120 euros por un delito leve de lesiones.
