LOS AGENTES ASEGURAN QUE FUERON AGREDIDOS POR EL DETENIDO MIENTRAS éSTE MANTIENE QUE LE PEGARON UNA PATADA EN LA CARA DESPUéS DE REDUCIRLE SIN MOTIVO. EL FISCAL SOLICITA 8 AñOS DE PRISIóN PARA CADA UNO MIENTRAS QUE LA DEFENSA PIDE LA LIBRE ABSOLU

Visto para sentencia el juicio contra dos policías acusados de agredir y detener ilegalmente a un africano en Arrecife

Los hechos se remontan a la noche del 5 de noviembre de 2005, cuando según el fiscal del caso, el policía nacional Javier R. C., que se encontraba fuera de servicio, supuestamente empujó a ...

22 de noviembre de 2007 (00:12 CET)
Visto para sentencia el juicio contra dos policías acusados de agredir y detener ilegalmente a un africano en Arrecife
Visto para sentencia el juicio contra dos policías acusados de agredir y detener ilegalmente a un africano en Arrecife

Los hechos se remontan a la noche del 5 de noviembre de 2005, cuando según el fiscal del caso, el policía nacional Javier R. C., que se encontraba fuera de servicio, supuestamente empujó a George A., con el que empezó un forcejeo que terminó con el hombre africano reducido en el suelo en la calle Porra, en el centro de Arrecife. Javier R.C. supuestamente propinó una patada en la cara a George A. que le provocó diversas lesiones. A continuación y según relata el Ministerio Fiscal, supuestamente sin identificarse como policías y saltándose el procedimiento legal, Javier R.C. Y Juan Carlos E.A., que también participó en el forcejeo, detuvieron al hombre y le trasladaron a la comisaría, donde se dirigieron a él, siempre según la versión de la acusación, como "puto negro" y "mono de mierda", dejándole toda la noche en los calabozos.

La versión de los policías nacionales es bien diferente y aseguran que tras salir del bar "El Linde" situado en el centro de Arrecife, George A. increpó a Javier R.C llamándole "policía de mierda" y se abalanzó sobre él, comenzando así un forcejeo en el que intentó separarles el otro acusado, Juan Carlos E.A. A continuación e identificándose como policías, detuvieron a George A. y le trasladaron a la comisaría de Arrecife, tramitando ellos mismos las diligencias propias. Posteriormente acudieron al médico para que certificara las lesiones que supuestamente les había provocado el detenido y tramitaron una denuncia en su contra. Además niegan haberle propinado ninguna patada al detenido.

Dos testigos del Ministerio Fiscal que comparecieron el martes y que aseguraron haber presenciado los hechos, declararon que los policías redujeron a George A. y uno de ellos le propinó una patada en la cara cuando ya estaba en el suelo, unos testimonios a los que la defensa ha querido quitar valor porque uno de los testigos reconoció que había tomado copas esa noche.

Por otra parte varios testigos de la Defensa han declarado este miércoles que vieron el forcejeo entre George A., a quien coinciden en describir como un hombre corpulento, y Javier R. C.. Tres de los testigos: un camarero, un Guardia Civil que pasaba por allí y un amigo de los policías declararon que vieron como Juan Carlos E. A. se identificaba como policía. Otros testigos, los compañeros del Cuerpo Nacional de Policía que este miércoles han pasado por el Juzgado, han declarado que vieron el golpe en el ojo que llevaba el detenido, pero no recuerdan las lesiones de los policías.

Por otra parte el Ministerio Fiscal aseguraba que había irregularidades en la tramitación de la detención, que además habían realizado los policías pese a estar fuera de servicio y después de haber participado en el forcejeo con el detenido y acusaba de haber supuestamente coaccionado a otro policía encargado de instruir la comparecencia de los acusados. Ambos expusieron a su compañero los hechos que habían ocurrido y según la Fiscalía se produjo una discusión entre Juan Carlos E. A. y el instructor porque éste, solicitaba detalles de lo ocurrido. Este miércoles el instructor ha declarado como testigo por videoconferencia desde Málaga, y ha explicado que Juan Carlos E.A. le dijo que "no tenía ni puta idea", algo que ha achacado a distintas "formas de enfocar una comparecencia". Además ha declarado que no se sintió coaccionado a la hora de redactar la comparecencia.

Otros dos compañeros de la Policía Nacional que han declarado como testigos han ofrecido respuestas diferentes ante la pregunta de si es normal que fueran los propios acusados quienes tramitaran las gestiones propias de la detención. Uno de los testigos, que lleva en el cuerpo 34 años, ha dicho que no, pero otro compañero, ha asegurado que "es habitual".

En las conclusiones finales, el Ministerio Fiscal ha manifestado que los hechos ocurridos aquel 5 de noviembre de 2005, responden a los delitos de detención ilegal, delito contra la integridad moral, falsedad en documento oficial y falta de lesiones por lo que pide 8 años de cárcel para ambos policías y pena de dos meses de multa a razón de 30 euros diarios para Javier R.C. por delito de faltas a cuenta de la supuesta patada que propinó al detenido.

Por su parte la defensa entiende que el forcejeo no se sale de lo normal en una detención y niega que su defendido diera una patada al detenido, por lo que solicita la libre absolución para ambos policías.

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