Esta vez, todo quedó en un susto, pero los servicios de emergencias volvieron a activarse este domingo en la isla. El detonante fue una llamada recibida en el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES), de un usuario de la playa de Famara, que alertó de que había visto a dos jóvenes en apuros.
En ese momento, se activó todo un dispositivo con la presencia de Salvamento Marítimo, la patrullera de la Guardia Civil por mar, un helicóptero por aire y un despliegue por tierra de Protección Civil, Policía Local, Guardia Civil y miembros del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote.
Sin embargo, tres horas y media después de iniciarse la búsqueda, "ninguno de los dispositivos localizó absolutamente nada", según ha explicado el gerente del Consorcio, Esteban García. "No se encontró ningún dato que nos diera fiabilidad de la información".
A partir de ahí, con la puesta del sol, la Policía Local y Guardia Civil iniciaron otro tipo de pesquisas, tanto en el pueblo como en las zonas de aparcamiento de coches, para ver si realmente había dos personas desparecidas en Famara o si, como finalmente ha resultado en este caso, se trataba sólo de una falsa alarma.
