Jesús Martín Cabrera, uno de los imputados en el robo del Hiperdino de Valterra, habla con La Voz tras conocer la noticia de su absolución en el caso. De los tres imputados, finalmente, el único condenado a prisión ha sido Francisco García Maga

"Todavía no entiendo por qué se me acusó, pero al final la Justicia ha puesto las cosas en su sitio"

"Ahora siento que vuelvo a vivir, después de seis años de mucha depresión". Son palabras de Jesús Salvador Martín Cabrera poco después de tener en sus manos la sentencia de la Audiencia ...

7 de agosto de 2007 (00:56 CET)
Todavía no entiendo por qué se me acusó, pero al final la Justicia ha puesto las cosas en su sitio
Todavía no entiendo por qué se me acusó, pero al final la Justicia ha puesto las cosas en su sitio

"Ahora siento que vuelvo a vivir, después de seis años de mucha depresión". Son palabras de Jesús Salvador Martín Cabrera poco después de tener en sus manos la sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que le absuelve de las acusaciones que pesaban sobre él por supuestos delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones y detención ilegal en el famoso atraco al supermercado Hiperdino, situado en Valterra.

"Con tanto juicio, y tanto ir para adelante y para atrás, ha sido personal y económicamente fatal", asegura Jesús. El ahora absuelto asegura que ha tenido que pagar de su bolsillo a un abogado, lo que ha supuesto un sacrificio económico. "He trabajado doce y catorce horas", apunta. Pero ahora, tras seis años de incertidumbre, puede pensar de nuevo en el futuro. "Confiaba en la Justicia, porque siempre pone las cosas en su sitio", afirma Jesús.

La noche del 25 de noviembre de 2001, el vigilante Julio César Hernández Quintero hacía su turno de noche en el Hiperdino situado en el barrio de Valterra, en Arrecife. Alrededor de la una de la madrugada, varias personas se abalanzaron sobre él, le ataron, le agredieron profiriéndole amenazas y abrieron el recinto de las cajas fuertes, robando dos de ellas con 120.000 euros y huyendo en una furgoneta robada.

En un primer momento, la víctima declaró que sus agresores eran seis personas sudamericanas de ojos rasgados y metro ochenta de alto. Pero a medida que la investigación transcurría, estos testimonios cambiaron, y Hernández Quintero declaró que uno de sus agresores lucía un tatuaje en el antebrazo y zapatillas color canelo, características que según varios testimonios, supuestamente involucraban a Jesús Martín Cabrera en el suceso. "Yo, después de seis años, todavía sigo sin entender por qué se me ha acusado", explica Jesús Martín. "El vigilante dijo que vio un tatuaje, pero no especificó cómo era. Y ahora se ha demostrado que no hay pruebas suficientes". En el momento del robo, Martín Cabrera era encargado de noche de este supermercado.

Ahora, Jesús, padre de tres hijos, quiere lavar su imagen. "Todavía tengo depresión, después de estar echo polvo tanto tiempo, pero ahora lo veo todo de otra forma". Estar en el banquillo de los acusados no ha sido fácil. De los tres imputados por este caso, finalmente, sólo uno ha sido condenado a prisión. Según la sentencia, Francisco García Magariño, otro de los vigilantes de Hiperdino en el momento del suceso, ha sido condenado a once años de cárcel y tendrá que indemnizar con 3.390 euros al vigilante agredido, y la cantidad que se estime oportuna para la empresa afectada. Por otra parte, Julio Manuel Martín de León, al que se acusaba de poseer el arma con la que se agredió a Hernández Quintero (una catana) también está libre de cargos.

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