Una vaca y dos ovejas muertas aparecieron en menos de 48 horas en Famara y Caleta Caballo, y un cuarto animal fue avistado en el mar por un surfista. El Seprona ha abierto una investigación para esclarecer los hechos

Reses muertas a orillas del mar

En apenas 48 horas las playas de Lanzarote han sido el lecho al que han ido a parar tres animales domésticos muertos traídos por la corriente. El primero, una vaca, apareció a primera hora de la mañana del viernes 23 de marzo ...

3 de abril de 2007 (19:41 CET)
Reses muertas a orillas del mar
Reses muertas a orillas del mar

En apenas 48 horas las playas de Lanzarote han sido el lecho al que han ido a parar tres animales domésticos muertos traídos por la corriente. El primero, una vaca, apareció a primera hora de la mañana del viernes 23 de marzo en la Playa de Famara. Un hecho que no sorprendió del todo a las autoridades del municipio, teniendo en cuenta que hace algo más de un año, había aparecido otra res muerta en la misma zona. El caso se convierte en algo más extraño todavía cuando un vecino del pueblo se puso en contacto con la Policía el sábado por la tarde. Aseguraba haber avistado tres ovejas flotando en la mar, tres ejemplares que "viajaban" ya sin vida y cuya existencia pudieron constatar los agentes e incluso un joven que practicaba surf en la zona.

Las autoridades entonces llamaron al 112 con el fin de que el Seprona enviara un barco a la zona, pero finalmente, sería las corrientes, las que, horas más tarde, traerían a dos de estos ejemplares a tierra. Uno de ellos apareció nuevamente en la Playa de Famara, "allí llegó arrastrado durante la noche" confirma Rita Hernández, concejal de Vías y Obras de Teguise. Otra de estas reses tocó tierra durante la madrugada del sábado al domingo entre las rocas, en Caleta de Caballo. El rumbo que tomó la tercera oveja avistada se desconoce, de momento nadie la ha encontrado en Lanzarote. "El domingo por la mañana se hizo una buena batida pero no apareció" explica la concejal.

En total cuatro reses que el mar dirige a Lanzarote y de cuya procedencia nadie tiene idea alguna, aunque la teoría que barajan en el Ayuntamiento es que hayan sido lanzadas al mar por alguno de los barcos que atraviesan el Atlántico. Tal y como aventura la concejal, "a saber la cantidad de barcos que pasan por esa zona, las tiran,imagino, porque se mueren en la travesía". Desde el Seprona, que ha puesto en marcha una investigación para intentar aclarar el origen de estos animales, plantean la posibilidad de que se tratara de ganado procedente de alguna explotación de la isla, "se le han muerto y en vez de tirarlos en un vertedero que también está prohibido y ha hay varias denuncias por ello, quizá la tendencia ahora es tirarlos al agua" explican fuentes de la Guardia Civil de Medio Ambiente. José Trujillo, representante de WWF Adena apunta una posible hipótesis similar a la del Seprona, aunque en este caso la procedencia podría ser alguna explotación en La Graciosa.

La Investigación

El Ayuntamiento de Teguise se limitó a retirar estos animales de las playas, que según cuenta Rita Hernández, "llegan en un estado de descomposición brutal, no se pueden prácticamente ni coger". La concejalía de Vías y Obras envió el viernes una máquina y un camión que trasladó la vaca y, a medida que fueron apareciendo, se encargó de las dos ovejas muertas. "Las retiramos, las enterramos y se acabó" explica la edil.

La investigación con el fin de averiguar la procedencia de estos cadáveres la abrió el Seprona. Los efectivos se personaron en las playas donde aparecieron y tras fotografiar a los animales, intentaron descubrir a quien pertenecían comprobando si tenían "crotal", distintivo que tiene cada uno de los ejemplares que pertenecen a una explotación ganadera. "No tenían crotal, así que no sabemos de quién son", explican desde el Seprona.

"Burlando la Ley"

Las hipótesis que baraja el Seprona en la investigación sobre el origen de las reses arrastradas por la corriente hasta Lanzarote son dos, principalmente, aunque hasta el momento no han obtenido resultados. Podrían haber sido arrojadas al mar desde un carguero de animales, pero es difícil de comprobar y de concretar. Hasta las costas de Lanzarote pueden llegar objetos o animales que han estado viajando gran cantidad de millas. Según explica José Trujillo, de WWF Adena en Lanzarote "por la corriente dominante del golfo pueden aparecer cosas arrojadas desde muy lejos, a más de doce millas de distancia o incluso mucho más allá".

A través del estado de descomposición que presentaban los animales podría haberse estimado,aproximadamente, el tiempo que llevaban flotando en el mar para saber si han sido arrojados cerca de la isla, aunque "es muy difícil concretar" afirma Trujillo.

La otra hipótesis es que provengan de alguna explotación agrícola próxima al lugar donde aparecieron. Según la Guardia Civil de Medio Ambiente las reses encontradas eran jóvenes. Han podido enfermar y morir y el dueño ha decidido arrojarlas al mar en vez de tirarlas a un vertedero. Y es que tanto una cosa como la otra están prohibidas. Ya hay varias denuncias de personas que han dejado sus animales muertos en vertederos, por lo que "la tendencia ahora podría ser arrojarlos al mar", apuntan desde el Seprona.

La normativa española en materia de ganadería, que adapta un mandato común a toda la Unión Europea, obliga a enterrar o quemar los cadáveres de estos animales, pero en Lanzarote no es fácil. A día de hoy se está construyendo un crematorio en el recinto del vertedero de Zonzamas, pero hasta entonces en la isla, "la ley obliga a una cosa pero no pone soluciones para cumplirla" apuntan fuentes del Seprona. Por otro lado el Código Penal recoge el maltrato y el abandono de cualquier animal doméstico, una práctica sancionada, "más todavía si tienen alguna patología", puntualizan desde WWF Adena, algo que no se ha comprobado con las reses aparecidas en Famara y Caleta Caballo.

Posibles consecuencias medioambientales

En principio y pese a que está prohibido arrojar animales al mar, estos no tienen porqué contaminar porque, tal y como recuerda José Trujillo, todos los días mueren ejemplares de animales marinos y si no tienen ningún tipo de patología, "sencillamente se descomponen y pasan a formar parte del mar". Lo grave sería que los tres casos de reses halladas en la costa y la cuarta avistada en el mar, se estuviesen produciendo porque tuvieran alguna enfermedad y "deliberadamente las tiren al mar para quitarse el problema de en medio". Lo ideal según apuntan desde la organización ecologista sería haberles practicado alguna prueba veterinaria para intentar determinar si padecían algún tipo de infección o enfermedad peligrosa, para descartar posibles efectos negativos en las personas y en la fauna de la isla. "En Lanzarote una de las primeras víctimas sería el Guirre", única ave rapaz propia de Canarias, de la que cada vez quedan menos ejemplares y que se alimenta de animales muertos.

Lo cierto es que los efectivos desplazados al lugar donde aparecieron los cadáveres no eran veterinarios y solicitaron que los ejemplares fueran retirados de la playa por su avanzado estado de descomposición. Si se hubiera tratado de un cetáceo, alguna asociación ecologista o personal del Museo de Cetáceos de Puerto Calero, se habrían hecho cargo.

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