Carmelo Álvarez narra lo sucedido aquella trágica noche

Relato de un amigo y testigo de la muerte de Samuel: "No nos dio tiempo a nada"

La muerte de Samuel Hernández Jorge, un joven de 22 años natural de Tías, cuando la Romería de Los Dolores ya tocaba a su fin ha dejado a la Isla conmocionada e impotente. Carmelo ...

21 de septiembre de 2009 (01:05 CET)
Relato de un amigo y testigo de la muerte de Samuel: No nos dio tiempo a nada
Relato de un amigo y testigo de la muerte de Samuel: No nos dio tiempo a nada

La muerte de Samuel Hernández Jorge, un joven de 22 años natural de Tías, cuando la Romería de Los Dolores ya tocaba a su fin ha dejado a la Isla conmocionada e impotente.

Carmelo Álvarez, amigo del fallecido, fue testigo del fatal atropello ya que, cuando se produjo, iba caminando a su lado y cuenta en primera persona lo que vivió esa noche: "No nos dio tiempo a nada. El coche, por lo que nos contaron otros conductores, iba en el sentido correcto pero como había habido otro atropello unos metros más allá y se había creado atasco, se dio la vuelta e iba por sentido contrario y no sé? yo creo que nos tuvo que ver cuando nos pasó, éramos un grupo bastante grande".

"Fue muy rápido"

El atropello mortal se produjo en torno a las 23:30 horas de la noche del sábado 12 de septiembre a la altura de Tinguatón, por la carretera que une La Geria con Mancha Blanca.

Aún incrédulo, Carmelo, recuerda: "Yo iba a su lado. Éramos un grupo grande pero una parte se adelantó y nosotros nos quedamos un poco rezagados charlando más atrás. Íbamos caminando tranquilamente, nuestras novias por delante y de pronto todo pasó. Fue muy rápido".

El vehículo que, al parecer, decidió dar la vuelta al encontrarse con el atasco provocado por otro atropello leve, circulaba por el carril habilitado para los romeros y cortado al tráfico en ese sentido, cuando alcanzó al grupo y " a Samuel lo levantó en peso y lo lanzó como a diez metros. A mí, creo que me rozó el espejo retrovisor pero salí corriendo hacía la novia de él, que también le había dado. Tenía una brecha en la cabeza y estaba sangrando pero cuando llegué vi que hablaba y estaba bien".

Fue entonces cuando Carmelo se dirigió "corriendo hacia Samuel y estaba cubierto de sangre. Le vi en un charco enorme de sangre que se hacía cada vez más grande. Me quité la camisa y el chaleco de la romería, le tapé. Vi las ambulancias a lo lejos, en el otro accidente, y traté de llegar a ella pidiendo a la gente que me fuera acercando hasta allí pero era muy difícil y eché a correr. Llegué corriendo y les dije lo que había pasado, estaba un amigo nuestro trabajando en la ambulancia y le dije que Samuel estaba mal, estaba muy mal y fuimos para allá".

"Perdieron los nervios"

Mientras Carmelo fue en busca de la ambulancia, los familiares y amigos de Samuel se dieron cuenta de la gravedad del accidente y los nervios fueron apoderándose de la situación hasta el punto de que el conductor sufrió un intento de linchamiento.

Ginés Cedrés, portavoz de Emerlan, explica lo sucedido: "Cuando los operarios de la ambulancia se acercaron, observaron a un grupo de gente que la había emprendido a golpes con el vehículo causante de un doble atropello. Los familiares y amigos del joven fallecido, habían perdido los nervios hasta que llegaron las fuerzas de emergencia y seguridad", explica Cedrés.

Dentro del vehículo se encontraba el conductor, de nacionalidad italiana, en compañía de su esposa y sus dos hijas de 4 y 7 años.

Afortunadamente, el intento de linchamiento fue "abortado por la rápida llegada de la Guardia Civil" y servicios de emergencia al punto del conflicto, donde "la Benemérita se hizo cargo del conductor y nosotros nos llevamos a su mujer y a las niñas de 4 y 7 años, al "hospitalito" de Tinajo para evitarles más tensión puesto que ya estaban muy afectadas", afirma el portavoz de Emerlan. "No se sabe con exactitud qué pasó previamente, pero lo que sí parece seguro es que el conductor iba a una velocidad inadecuada para ese entorno y para que acabase en atropello mortal", añade Ginés.

"La impotencia te hace reaccionar"

Carmelo Álvarez, llegó con la ambulancia para tratar de ayudar a su amigo malherido, cuando ya había comenzado el tumulto. Reconoce que la situación se puso tensa y que "la impotencia, quieras o no, te hace reaccionar y toda esa impotencia se volcó sobre el conductor del coche. He oído por ahí que queríamos matar a toda la familia y eso no es verdad y no queríamos matar a nadie". Aún así, admite que "es verdad" que uno de los familiares del joven atropellado, "le metió un puñete al chico", algo que ha tenido como consecuencia una denuncia por parte del conductor agredido, que ya le ha sido remitida al autor de la agresión.

El amigo de Samuel quiso aclarar que, "personalmente me dieron mucha pena las niñas que llevaba el conductor en el coche y la mujer, estaban muy asustadas".

El testigo del accidente mortal asegura que "el conductor se bajó para ver qué había pasado. Fue hacia el chico pero luego se metió otra vez en el coche, porque empezaron los nervios y el hermano de Samuel le rompió una ventanilla, el parabrisas de atrás".

La mezcla de tensión, dolor e impotencia pudieron con el amigo de Samuel, Carmelo, quien no puede recordar cómo se recobró la normalidad porque "yo ya no podía seguir allí, me fui detrás de la ambulancia y luego llevé a un compañero al centro salud de tías con un ataque de ansiedad. No podía respirar".

Negativo en alcohol

El conductor fue sometido a la prueba de alcoholemia con resultado negativo y "al no tratarse de un criminal, sino de un padre de familia con el carné en regla que ha dado negativo en alcohol, se siguieron las pautas oportunas sin que se diese lugar a la detención", afirman fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. Tras ser completado el atestado del atropello mortal, el caso ha quedado en manos del Juzgado Número 7 de Arrecife. En un caso así, la acusación puede ir desde homicidio involuntario hasta un simple juicio de faltas.

LO MAS LEÍDO