EL TRIBUNAL SUPREMO HA RECHAZADO LOS RECURSOS DE LOS ACUSADOS

Ratificada la condena a 8 miembros de una red que introducía droga en Lanzarote

El Tribunal Supremo ha rechazado los recursos presentados por los acusados, que pedían que se anulara la sentencia que les impuso penas de hasta 18 años de cárcel?

20 de enero de 2015 (14:34 CET)

El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia dictada por la Audiencia Nacional que condenó a ocho personas, dos de ellas residentes en Lanzarote, como integrantes de una red que se dedicaba a introducir y vender hachís y cocaína en las islas. La primera sentencia fue dictada en junio de 2014 y los ocho condenados presentaron recursos ante el Supremo, que ahora han sido rechazados.

En este nuevo fallo, el Tribunal da por buenos los hechos que se consideraron probados en la primera sentencia, "donde se comprueba la distribución de funciones, los diversos cometidos ejecutados por cada uno de los recurrentes, la jefatura y los diversos eslabones en la trama criminal". Así, confirma las penas impuestas por la Audiencia Provincial, que llegaban a 18 años de cárcel en el caso del cabecilla de la trama.

De los detenidos que vivían en Lanzarote, uno de ellos es natural de Melilla pero residía en la isla desde hacía tiempo. Según la sentencia, su papel era el de vender la droga que traía hasta Lanzarote esta red, con la que estaba en permanente contacto. Al igual que a otros dos condenados, la Audiencia le impone una pena de 11 años de prisión, así como dos multas de 150.000 euros cada una. En su caso, su arresto no se produjo en Lanzarote, ya que cuando se enteró de que habían empezado a detener a otros compañeros "se refugió en casa de su madre en Melilla".

 

Dos toneladas y media de cocaína en un velero


En cuanto al otro detenido en Lanzarote, es natural de Uruguay pero residía en el municipio de Tinajo. Su aparición en esta red se produjo cuando la Guardia Civil ya le seguía la pista a la banda. Concretamente, participó en una operación para introducir en las islas dos toneladas y media de cocaína procedente de Colombia.

La droga llegaba en barco y debían ir a buscarla a un punto en medio del océano, para lo que compraron un velero de más de 100.000 euros. A bordo iba a viajar uno de los miembros habituales de la banda pero, además, necesitaban a alguien con conocimientos náuticos, por lo que sumaron a esta nueva persona a la operación. Sin embargo, no lograron su objetivo y en junio de 2010, fueron detenidos cuando estaban con la droga ya en el velero.

En su defensa, el vecino de Tinajo alegó que no sabía qué había en el barco, pero la Audiencia ya respondía en su sentencia que "no se contrata a una persona que no nos sea de absoluta confianza para un cargamento que vale más de 60 millones de euros". Además, subrayaba que lo que iba a cobrar (unos 200.000 euros, además de quedarse con el velero que habían comprado para la operación), es "desorbitado" y "evidencia" que sí sabía de qué era el cargamento. Por todo ello, le imponía una pena de 9 años de prisión, que ahora ha sido ratificada, y dos multas de 150.000 euros.

 

Los cabecillas


Los cabecillas de la red coordinaban las operaciones desde Almería, donde residían habitualmente, aunque con frecuentes viajes a Canarias. Ambos habían estado ya en la cárcel, donde entablaron relación con otro traficante, con el que empezaron a operar también al salir de prisión.

Habitualmente se dedicaban a la introducción y venta de hachís procedente de Marruecos, pero a principios de 2010 decidieron "ampliar el negocio" y dedicarse también al tráfico de cocaína. Sin embargo, su intención se vio frustrada cuando la Guardia Civil interceptó ese velero en el que llevaban dos toneladas y media de cocaína.

Además de esta operación, la sentencia considera probadas y acreditadas al menos otras dos. Una de ellas, la introducción de casi 1.200 kilos de hachís desde Marruecos por mar. La otra, el envío de 44 kilos de hachís desde Lanzarote a Tenerife. 

Para ese envío utilizaron una línea regular de transporte marítimo entre ambas islas. La droga viajaba dentro de un vehículo que compraron y acondicionaron, creando "unos habitáculos secretos". Para esta operación habían "contratado" a un conductor que viajaba con su esposa, pero en este caso la droga tampoco llegó a su destino, ya que también fue interceptada. El matrimonio que viajó con la droga desde Lanzarote fue juzgado en una causa paralela y también ha sido condenado recientemente, él a tres años de cárcel y ella a año y medio.

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