La autopsia indica que la muerte fue natural

Murió en un coche tras varios desalojos

El hombre cuyo cadáver fue hallado el pasado lunes en un coche aparcado en el Charco de San Ginés falleció por muerte natural. Así lo indican los resultados de la autopsia, aunque aún se está a la espera de los datos del ...

26 de abril de 2009 (01:22 CET)
Murió en un coche tras varios desalojos
Murió en un coche tras varios desalojos

El hombre cuyo cadáver fue hallado el pasado lunes en un coche aparcado en el Charco de San Ginés falleció por muerte natural. Así lo indican los resultados de la autopsia, aunque aún se está a la espera de los datos del laboratorio de toxicología, según han confirmado a La Voz fuentes judiciales. Lo que ha quedado claro tras la autopsia es que no hubo ningún tipo de violencia que ocasionara su defunción.

Según se ha podido saber, Juan. R. M., que tenía 60 años, acabó viviendo en un automóvil debido a la falta de recursos económicos. Estos mismos le habían llevado a hospedarse en la caseta del varadero de Puerto Naos, bajo el puente de la fábrica Agramar, en La Rocar, en el Hospital viejo y en diferentes casas abandonadas, según apuntan diferentes fuentes, entre las que destacan conocidos de la víctima y la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arrecife, Emilia Perdomo.

Ésta última asegura que tenía constancia del problema de este señor al que se intentó llevar a diferentes albergues estatales "porque llevaba mucho tiempo deambulando y ya se le había desalojado de numerosos sitios", afirma Perdomo.

Pero, ante la negativa de Juan de trasladarse a algún albergue situado fuera de la isla, ya que Lanzarote no posee ninguno, acabó por instalarse en el único cobijo que le quedaba después de haber probado en innumerables lugares abandonados de la isla: un coche. Y fue en ese mismo automóvil, que llevaba tiempo aparcado en el Charco de San Ginés, donde fue hallado muerto este lunes por la tarde.

Conocidos de Juan recuerdan que vendía chatarra en el muelle con el objetivo de llegar a comprarse un barco en el que poder vivir algún día. Por eso, había estado alojado en la caseta del varadero de Puerto Naos hasta que le echaron hace cinco meses, fecha que coincide con el cierre del recinto portuario. Desde entonces, una búsqueda incesante por encontrar un hogar que sólo encontró bajo la chapa de unvehículo.

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