LA HERMANASTRA DE VERóNICA DECLARó QUE TAMBIéN ELLA FUE MALTRATADA

"Mi madre me dijo que si la denunciaba no la podrían coger, porque ella tenía muchísima información sobre crímenes"

"Pienso que la mataron entre los dos". Eso fue lo que terminó confesando en los Juzgados la hermanastra de Verónica, Keila M. T., que actualmente está en libertad con cargos, imputada por encubrir el crimen de la ...

27 de junio de 2013 (20:01 CET)
Mi madre me dijo que si la denunciaba no la podrían coger, porque ella tenía muchísima información sobre crímenes
Mi madre me dijo que si la denunciaba no la podrían coger, porque ella tenía muchísima información sobre crímenes

"Pienso que la mataron entre los dos". Eso fue lo que terminó confesando en los Juzgados la hermanastra de Verónica, Keila M. T., que actualmente está en libertad con cargos, imputada por encubrir el crimen de la joven. Tras su detención, Keila dio una versión a la policía y otra distinta a la juez, en las que cargaba fundamentalmente contra su padrastro, pero finalmente pidió volver a declarar y acabó implicando también a su madre, Carmen Delia Tejera.

"Mi madre me amenazó. Me dijo que me mataba si lo contaba", afirmó. Además, también habló de la afición de su madre a la criminología, un tema sobre el que se encontró gran cantidad de material durante el registro de la casa. "Me llegó a decir que después de lo de Verónica buscaba mucha más información. Incluso me dijo expresamente que si la denunciaba, no la podrían coger porque ella tenía muchísima información sobre crímenes".

Aunque las tres declaraciones de Keila están plagadas de contradicciones, incluyendo cambios en su versión de los hechos, todas ellas tienen un denominador común: el horror que ella también vivió en esa casa, de la que se escapó cuando sólo tenía 15 años, después de haber sufrido malos tratos y hasta abusos sexuales, según su declaración. Sin embargo, dos años después de marcharse retomó el contacto con su madre , Carmen Delia Tejera, y también las visitas al domicilio familiar. Y en una de esas visitas, asegura que su madre le confesó cómo murió Verónica.

Según su declaración, fue en junio de 2012 cuando su madre le mandó un mensaje diciéndole que había pasado "algo horrible" que no le podía contar por teléfono. Al día siguiente, acudió a la casa y le dieron una supuesta versión de lo sucedido, en la que su padrastro y padre de Verónica, José Luis Molina Durán, era el presunto autor material del crimen (según Keila, su padrastro les maltrataba y abusó sexualmente tanto de ella como de Verónica).

El embarazo, el presunto móvil

Según consta en el acta de la declaración de Keila, Verónica le contó a su madrastra que no le venía la menstruación y al enterarse de que estaba embarazada, su padre "le fue a pegar". "En ese momento tenía un martillo en la mano, porque estaba colocando un mueble, y le dio", aseguró Keila en su última versión de lo sucedido. Después, su madre "empezó a darle patadas" y a echarle "agua en la cabeza, y vio que no estaba viva".

Su madre le contó, según Keila, que "quien la mató con el palo fue José Luis", pero ella se encargó del cadáver. Primero, de enterrarlo en el jardín de la casa, y después de desenterrarlo y quemar los huesos, que escondió en una grieta de la vivienda, dentro de una bolsa.

Sin embargo, Keila no descarta que su madre participara activamente en el crimen. De hecho, en una de sus respuestas en el Juzgado, llegó a decir que creía que "la mataron entre los dos" y que "lo hicieron porque Verónica estaba embarazada". Según aseguró Keila, no lo había contado antes, y mintió en sus primeras declaraciones, porque "tenía miedo".

Varios mensajes de teléfono evidencian que tiempo después de la muerte de Verónica, Carmen Delia pidió ayuda a su hija para sacar el cadáver del lugar donde lo había escondido, porque Inalsa iba a ir a hacer unas obras a la casa. Inicialmente, Keila aseguró que en esos mensajes estaban hablando del cadáver de un perro, pero después reconoció que su madre le pidió ayuda para deshacerse del cuerpo de Verónica, aunque asegura que le puso una excusa para no acudir a la casa.

Una versión distinta

La versión que finalmente dio Keila distaba mucho de su primera declaración. En ella, también reconoció que sabía que Verónica estaba muerta, pero en ningún momento implicó a su madre ni habló de asesinato. Según aseguró entonces, su padrastro le contó que la encontraron muerta "en el campo en Las Gavias", pero ni fueron a la policía ni llamaron a nadie. Ocultaron el cuerpo y después lo quemaron.

Una versión parecida dio la madre de Keila, aunque en su relato, aseguraba que donde habían encontrado muerta a la joven fue en su propia cama. "La encontré en su cama, inmóvil y tumbada del lado izquierdo con los ojos abiertos", aseguró. Según esa versión, fue su marido quien después se encargó del cadáver.

Sin embargo, al igual que su hija, Carmen Delia también cambio su declaración. De hecho, en un segundo interrogatorio de la policía, abrió la puerta a la posible muerte violenta de Verónica, aunque acusando a su marido, que en ese momento padecía un cáncer en fase terminal y falleció poco después. La madrastra de Verónica, al igual que lo había hecho inicialmente su hija, cargó toda la responsabilidad sobre su marido, del que aseguró que maltrataba a los niños y a ella misma y que incluso abusó sexualmente de su hija y de Verónica.

Según ella, al enterarse de que había dejado embarazada a Verónica, "se enfadó mucho" y "al recriminárselo" a José Luis, le dijo "que ya lo solucionaría él". En esa segunda versión de los hechos, Carmen Delia aseguró que su marido se llevó a la joven al taller anexo a la vivienda y no sabe lo que sucedió dentro, pero días después su marido le dijo que "el problema estaba solucionado y que Verónica no volvería nunca más a casa". "Al cabo de unos días se presentó en casa con un bolso, tipo mochila, azul oscuro, pidiéndole que la guardase en la grieta que hay entre la casa y el patio, donde la policía la encontró".

"Yo no quería matarla"

Ese día, en febrero de 2013, los agentes encontraron a Carmen Delia en la azotea de la casa y cuando localizaron los huesos de Verónica, salió huyendo y fue detenida horas después, a unos 6 kilómetros de la vivienda. Según el parte policial, cuando la encontraron gritó a los agentes: "yo no quería matarla, yo sólo la escondí, mátenme, péguenme un tiro".

Al preguntarle por todo ello, la madrastra de Verónica reconoció que subió a la azotea porque "trataba de coger la mochila con los restos para ocultarla en otro sitio". En cuanto a las palabras con las que recibió a los agentes cuando la localizaron, respondió que sólo dijo que le pegasen un tiro, ya que se siente "culpable" por "no haber tratado de impedir todo lo malo que le ha pasado a su familia".

En esta versión, que no concuerda con la que dieron sus propios hijos, Carmen Delia aseguró que sabía lo que había en la bolsa porque cuando supuestamente se la dio su marido, la abrió antes de guardarla, "ya que desprendía un fuerte olor a gasolina", y vio "un saco de color blanco con huesos humanos que parecían estar quemados" y "sin duda" supo "que serían de Verónica".

Sin embargo, tanto su hija como su hijo Zeus, que también está imputado por encubrimiento e incluso está en prisión provisional, declararon que su madre sabía perfectamente cómo murió Verónica. Incluso, Keila aseguró que fue Carmen Delia quien se hizo cargo del cadáver y cree que también pudo ser responsable del crimen.

Malos tratos durante años

Cuando Keila cambió su declaración, fue ella misma quien pidió volver a comparecer ante la juez. Y en ese momento, no sólo implicó a su madre en el crimen de Verónica, sino que también le acusó de haberles maltratado durante años. Así, aunque inicialmente aseguró que era su padre quien les pegaba de niños, después culpó también a su madre de los malos tratos.

Según el relato de Keila, su madre les "pegaba" y "le arrastraba por el suelo". "Probablemente los malos tratos fueron mucho más fuertes a Verónica", agregó. Además, tal como durante años advirtieron distintos partes del colegio y de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Tinajo, Keila también confirmó que Carmen Delia "no se preocupaba por ninguno de los hermanos" y que si Verónica o ella "estaban enfermas no las llevaba al médico".

Respecto a su hermano Zeus, afirmó que era "el niño mimado de la casa" y el "ojito derecho de su madre". "Mi madre haría cualquier cosa por defender a Zeus", declaró Keila, que reconoció que su hermano ha sido "problemático". Según los partes policiales, el joven ha sido detenido en varias ocasiones, dos de ellas por denuncias de violencia de género.

Buena parte de los interrogatorios, tanto a Keila como a su madre y al propio Zeus, se centraron en determinar cuándo abandonó realmente el joven la casa familiar. Y es que cada uno dio unas fechas distintas, aunque todos coincidieron finalmente en señalar que desde que se marchó, Zeus había regresado en varias ocasiones y con frecuencia se quedaba a dormir en la casa.

Actualmente, Zeus continúa en prisión provisional, al igual que su madre, mientras Keila está en libertad con cargos. El hermano carnal de Verónica, José Luis, personado en la causa como acusación particular, sigue insistiendo en que no cree que su padre fuera capaz de asesinarla y asegura que jamás les puso la mano encima. De hecho, él sostiene que fueron su madre y sus hermanastros quienes les maltrataron durante años, tanto a él como a su hermana.

Por su parte, tras dar dos versiones distintas ante la policía, la madrastra de Verónica se negó a declarar ante la juez, cuando pasó a disposición judicial tras su arresto.

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