El denunciante asegura que "lo agredieron sin motivo en un descampado de la capital"

Los tres policías locales juzgados por agredir a un vecino de Arrecife lo acusan de denunciarlos como represalia

Los tres policías locales del Ayuntamiento de Arrecife juzgados por agredir a un vecino de ese mismo municipio, en Lanzarote, acusan a éste de denunciarlos como represalia por haber abierto varios expedientes sancionadores ...

10 de junio de 2010 (00:50 CET)
Los tres policías locales juzgados por agredir a un vecino de Arrecife lo acusan de denunciarlos como represalia
Los tres policías locales juzgados por agredir a un vecino de Arrecife lo acusan de denunciarlos como represalia

Los tres policías locales del Ayuntamiento de Arrecife juzgados por agredir a un vecino de ese mismo municipio, en Lanzarote, acusan a éste de denunciarlos como represalia por haber abierto varios expedientes sancionadores contra los locales de ocio de un sobrino, por "incumplir el horario de cierre, permitir el acceso a menores de edad o superar los niveles de ruido permitidos" según la normativa vigente. Así lo explicó el agente Jorge Antonio Quintero, quien insistió en destacar durante su declaración la relación familiar entre el denunciante y el dueño de los establecimientos, además de la "enemistad" que le había demostrado en ocasiones anteriores. Por su parte, Felipe Brito, insistió en que las agresiones se produjeron sin que él hubiera hecho nada para provocarlas, y que la denuncia de los hechos no está influenciada por los intereses de su sobrino.

La Fiscalía pide cuatro años de prisión para cada uno de los agentes por un delito de lesiones con instrumento peligroso, mientras que la acusación particular se suma a esta petición y le añade cinco años por un delito de torturas. El letrado de la defensa solicita la libre absolución.

Los hechos que se juzgan en la Audiencia Provincial de Las Palmas de la capital grancanaria, ocurrieron la noche del 11 de junio de 2006. Según la declaración de los agentes, fueron requeridos por el dueño de la discoteca 'La Fábrica' en Arrecife por una pelea en la puerta de este establecimiento. Cuando llegaron, el portero y el denunciante se estaban "dando golpes en el suelo", y su actuación se limitó a "separarlos, pedirles su identificación y ofrecerles si querían presentar denuncia contra el otro", señaló Quintero. Los tres agentes coincidieron en destacar que el denunciante despedía "alitosis etílica" y "se tambaleaba", además de no presentar lesiones evidentes e importantes.

Por su parte, Brito ratificó su denuncia. Según su relato los hechos se desencadenaron cuando "hubo un pequeño empujón" en la puerta de la discoteca por la aglomeración de personas que intentaban entrar y salir del local. En ese momento aparecieron los tres agentes, lo separaron del resto, le pidieron la identificación y "me desafiaron" a entrar en un solar de una calle cercana. De los tres agentes, uno, Quintero, caminó delante suyo y los otros dos, José Miguel Gutiérrez y Francisco Godoy, detrás. Ya en el descampado, en el que según el testimonio del denunciante no había nadie más, "siento un escozor en los ojos por un líquido que viene desde atrás", y acto seguido "una patada en el tobillo que me da el que va delante".

A partir de ahí asegura que le propinaron golpes y patadas, para posteriormente "dejarme tal cual botado allí". Brito dice que por las lesiones que le causaron tuvo que reptar hasta el local más cercano, que casualmente era propiedad de su sobrino, que fue quien lo acompañó al hospital. Los presuntos golpes propinados por los agentes le ocasionaron "rotura de peroné y una conjuntivitis aguda". A esto se suma un período de baja laboral que según Brito le ha causado "importantes pérdidas económicas" al tener que cerrar un local que regentaba junto a su socio, aunque no pudo aportar el nombre del establecimiento a preguntas de la defensa de los agentes, y el descenso de sus ganancias como comercial de una empresa para la que también trabajaba en la fecha en que sucedieron los hechos que se juzgan.

Sobre esto último, el letrado de la defensa de los policías locales destacó las contradicciones entre las ganancias que Brito declara haber perdido, y los datos económicos aportados por la empresa donde trabajaba y las declaraciones de la renta que presentó en 2006, y los años anterior y posterior.

ACN

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