"Ni se nos pasó por la cabeza que viendo el letrero que hay en la puerta alguien pudiese entrar a robar". Con estas palabras de sorpresa, Carmen Arrocha, presidenta de la Asociación de Familias Oncohematológicas de Lanzarote, inicia el relato del robo que sufrió su asociación el pasado día de Navidad. Los ladrones se llevaron varios equipos informáticos y aparatos electrónicos, e incluso la hucha en la que quienes visitan la asociación dejan sus donativos.
El día después de Navidad y como hace todas las mañanas, Carmen se dirigió a las 9 de la mañana a la sede de AFOL, en el número 77 de la calle José Antonio de Arrecife. Para su sorpresa, encontró la cerradura forzada y todo revuelto. "Rompieron el bombín y entraron", cuenta. Los ladrones robaron en la asociación y también en un despacho de abogados que se encuentra al lado, en el mismo edificio.
Se llevaron el ordenador portátil, dos discos duros extraíbles, cámaras de fotos, un radio casete… "Incluso se llevaron la hucha, que justamente íbamos a quitar ahora", explica Arrocha. Se refiere a una caja en la que la gente deposita donativos para esta asociación que ayuda a enfermos de cáncer. Además, los cacos se hicieron con varios sobres con dinero. La presidenta de AFOL ha explicado a La Voz que no suelen tener mucho efectivo, pero siempre tienen a mano en la oficina "unos 100 euros, por si hay que comprar una medicina específica para una persona o surge algo de mantenimiento".
Además, "rompieron el archivador del psicólogo y sacaron los expedientes, pensando quizá que habría dinero dentro", señala Carmen. Para ella, lo doloroso no es que se hayan llevado cosas materiales, sino que robaran el ordenador y los discos duros donde se encontraba toda la información con la que AFOL trabaja. "Son cosas de mucho valor para nosotros, porque es nuestro trabajo", indica. Lo que más les preocupa del robo son los datos que el psicólogo guardaba en el ordenador, "porque es algo que no debe salir a la luz, esperemos que al menos los borren", dice la presidenta de la asociación.
Según cuenta Arrocha, los cacos llegaron incluso a desenvolver algunos juguetes que tenían en la asociación para varios niños, que por fortuna no se llevaron. Además, "hasta estuvieron bebiendo Coca-Cola". Tras poner la correspondiente denuncia, la Policía les aseguró que se trata de "cacos experimentados, porque fueron a tiro hecho", explica. "Pensarían que a lo mejor teníamos dinero de la lotería que vendemos por Navidad", aventura.
Aunque no cuenta con ello, Arrocha dice que están "a la espera" por si "por casualidad, se consigue recuperar algo". A pesar del disgusto que se llevaron con el robo, los miembros de AFOL mantienen su optimismo. "Tampoco vamos a ponernos mal por esto, vamos a seguir luchando y ayudando a quien lo necesite", señala su presidenta.