Le exigían entre 18.000 y 30.000 euros a cambio de no hacerle daño ni a él ni a su familia. La pareja, de origen chino, arrestada por la Guardia Civil en Arrecife acusada de extorsionar y amenazar a un empresario de la misma nacionalidad llevaba siguiéndole e intimidándole desde el pasado mes de febrero.
[Tal y como adelantó La Voz de Lanzarote->28648], el empresario comenzó a recibir llamadas telefónicas en las que se le exigía dinero bajo amenazas. Según ha confirmado la Guardia Civil, el denunciante aseguró que estaba siendo objeto de una "serie de daños en su vehículo e, incluso, de un robo en su domicilio, durante el cual le hicieron unas lesiones en la cara mientras dormía".
Tras un episodio de llamadas amenazantes, el presunto extorsionador, L.D.H, de 22 años de edad, volvió a ponerse en contacto con el empresario durante este mes de junio. En estas comunicaciones, el interlocutor comenzó a exigirle la mencionada cantidad de dinero. Si el empresario aceptaba esta petición, su familia no correría peligro.
El delincuente contaba, además, con la colaboración de una cómplice, S.W.X., de 53 años, que tenía un gran conocimiento sobre el entorno de la víctima, ya que se había relacionada con este hombre en el pasado.
Hablaba en nombre de la mafia china
Para intimidar a este empresario, L.D.H. se hacía pasar por miembro de la mafia china y aseguraba que pertenecía a una banda organizada denominada "Los Lobos". El joven detenido le ofrecía, asimismo, al empresario protección a cambio de dinero para evitar futuras extorsiones.
Con todos estos datos sobre la mesa, los agentes de la Benemérita comenzaron a investigar cómo trabajaba este individuo. Los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil junto con la fuerza territorial en Lanzarote desplegaron un gran dispositivo de vigilancia, que permitió identificar al supuesto extorsionador y a su cómplice.
Para detener al presunto delincuente, el empresario se citó con él frente al Gran Hotel de Arrecife para, supuestamente, entregarle el dinero exigido. Esta operación estaba siendo vigilada muy de cerca por la Guardia Civil, por lo que cuando se localizó al individuo, se procedió a su arresto. Se trata de un ciudadano chino, que se encontraba en situación irregular en España.
Realizaban acupuntura sin titulación
Su cómplice, con la que compartía domicilio, fue detenida en la vivienda unas horas después. En el registro de la casa, la Guardia Civil descubrió una habitación que utilizaban para realizar acupuntura, actividad para la cual no tenían ninguna titulación. El cuarto, además, carecía de las debidas condiciones higiénicas.
La Guardia Civil sospecha que estos dos individuos pudieran estar implicados en otros hechos delictivos cometidos en la comunidad de residentes chinos en Lanzarote.