Los cuerpos sin vida de José Mario García Socorro y Francisco Gutiérrez Suárez, los dos pescadores desaparecidos el pasado domingo mientras estaban buceando a dos millas frente a Costa Teguise, han sido trasladados a Puerto Naos minutos después de las 15:00 horas, gracias a la actividad conjunta llevada a cabo entre la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y el servicio de Emergencias de Lanzarote (Emerlan). Tras haber sido localizados y amarrados a primera hora de la mañana a 73 metros de profundidad, fueron transportados a menor profundidad por un robot acuático del GEAS y posteriormente sacados a superficie.
El sargento Machín de la Guardia Civil, coordinador del dispositivo de búsqueda ha sido la persona que a primera hora de este miércoles, 23 de octubre, localizaba los cuerpos. "Pensábamos marcar la zona antes de que llegase el robot para hacer la búsqueda más concreta, pero aproximadamente a unos 50 metros de profundidad hemos visto más abajo los dos cuerpos y hemos descendido para rápidamente engancharlos", aseguraba el sargento poco después de las 10:30 de la mañana.
Sólo pudieron amarrarlos con un cable "muy fino", explicaba el sargento de la Guardia Civil a los familiares congregados en Puerto Naos a primera hora de la mañana, "por lo que para el rescate será necesario el robot del Grupo Especial de Acción Subacuática (GEAS)". Una maquinaria que llegó a Lanzarote sobre las 12 horas de este miércoles. Con este robot subacuático se procedió a movilizar ambos cuerpos, previamente balizados, a una menor profundidad para que los buzos pudieran recuperarlos del agua.
"Mi hermano merecía que le encontraran", comentaba visiblemente afectado el hermano de Mario García, el patrón del "Compa Luna", "aunque siempre guardábamos la esperanza de encontrarles vivos", añadía. Entre lágrimas y suspiros de pesar recibían la noticia de su localización los familiares y amigos de los fallecidos que esperaron la llegada de la embarcación de Emerlan con los dos buzos que localizaron los cuerpos.
Hipótesis
En relación a las causas del accidente, la Guardia Civil baraja la hipótesis de que los dos sufrieran una narcosis de nitrógeno producida al exceder los límites de profundidad. La también llamada "borrachera de las profundidades" es una reacción que sufre el cuerpo humano cuando la presión parcial de nitrógeno excede de tres atmósferas (30 metros bajo el agua) y causa un efecto de desorientación en las víctimas. "Pudieron descender más de lo que pensaban y no se dieron cuenta de que perdían la consciencia", aseguraba Machín.
La búsqueda ha durado tres días, pero finalmente los cuerpos han sido localizados en la misma zona de su desaparición, en Costa Teguise, aproximadamente a dos millas de la orilla.
