Los dos condenados por apalear a King, el perro que fue hallado al borde de la muerte en el Volcán de la Corona en febrero de 2016, tendrán que entrar en prisión para cumplir la pena de tres meses y un día de cárcel que les impuso el Juzgado de lo Penal número 1 de Arrecife, después de que reconocieran los hechos y llegarán a un acuerdo de conformidad con Fiscalía. Así lo ha dictaminado la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, que ha rechazado un recurso interpuesto por los procesados, quienes pidieron la suspensión de la pena privativa de libertad.
Fiscalía pidió que se estimara el recurso de Alberto y Sergio Manuel Hernández Santos, "al entender que pese a lo reprobable del ilícito del maltrato cometido", "no se aprecia circunstancia alguna de la que pueda deducirse un pronóstico de comportamiento futuro que revele la probabilidad de comisión de nuevos delitos". Además, ponía de manifiesto que "los recurrentes se sienten arrepentidos y no volverán a cometer hechos similares, reconociendo los hechos y conformándose con la pena interesada" en la vista. Por su parte, los condenados también habían señalado para evitar su ingreso en prisión que "son padres de familia" y que ésta "depende enteramente de ellos para subsistir".
Sin embargo, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial no comparte el razonamiento del Ministerio Fiscal. En un auto fechado el 12 de junio, la sala apunta que es "sumamente difícil descartar la necesidad de ejecutar la pena impuesta en el presente caso, teniendo en cuenta la extrema violencia que los penados ejercieron sobre el animal". Por ello, considera "acertada" la decisión de la magistrada del Juzgado de lo Penal, que anteriormente se pronunció denegando la suspensión de la pena privativa de libertad por "la naturaleza de los hechos", "aún tratándose de una pena de corta duración y careciendo los penados de antecedentes penales".
El perro fue rescatado "en estado muy crítico"
Los hechos tuvieron lugar el 28 de febrero de 2016, cuando los dos acusados, "puestos previo y de común acuerdo", acudieron al Volcán de la Corona "en compañía de un perro macho sin chip y, con ánimo de causarle un daño físico e injustificado al animal, provistos de un palo de madera, le apalearon y propinaron sucesivas patadas y golpes para concluir arrojándolo por la ladera del barranco y tirarle una piedra encima".
Según se recogía en la sentencia, Alberto y Sergio Manuel Hernández Santos causaron al animal "una herida abierta hemorrágica profunda en la cabeza, hemorragia craneal, nasal y anal e insuficiencia respiratoria, poniendo en peligro la vida del animal, que fue diagnosticado de traumatismo craneoencefálico severo y contusiones en la zona torácicos".
Fue una pareja que paseaba por el Volcán de la Corona quien encontró al animal tras escuchar "unos aullidos de auténtico dolor", pudiendo ver cómo dos hombres "partían un palo en la cabeza del perro" y recogían "piedras del suelo" y comenzaban "a golpearle también con ellas". Al gritar pidiendo que pararan, los maltratadores huyeron en su vehículo, pero un año después el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil consiguió identificarlos. La protectora de animales Sara se hizo cargo de King tras ser rescatado "en estado muy crítico" y le consiguió un nuevo hogar tras recuperarse.
Alberto y Sergio Manuel Hernández Santos reconocieron los hechos durante el juicio y aceptaron un acuerdo de conformidad con Fiscalía, por el que se condenó de tres meses y un día de prisión. Además, se les impuso una pena de un año y un día de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales, así como para la tenencia de los mismos.