Tras más de media hora de diálogo con el varón, que "presentaba un estado excitación nerviosa", los agentes lograron que depusiera su actitud

La Policía Nacional evita que un joven se arroje desde el puente de Maneje

Una dotación de la Policía Nacional evitó que un varón de 29 años, vecino de Arrecife, se arrojara desde el puente del barrio capitalino de Maneje a la carretera de la circunvalación. La policía ha ...

7 de noviembre de 2007 (12:36 CET)
La Policía Nacional evita que un joven se arroje desde el puente de Maneje
La Policía Nacional evita que un joven se arroje desde el puente de Maneje

Una dotación de la Policía Nacional evitó que un varón de 29 años, vecino de Arrecife, se arrojara desde el puente del barrio capitalino de Maneje a la carretera de la circunvalación.

La policía ha informado de que los hechos tuvieron lugar sobre las 02,20horas en fechas recientes, cuando se recibió en la Sala del 091 de la capital una llamada procedente del 112, alertando de la presencia de un individuo encaramado en la parte exterior de la estructura de protección del puente que une los barrios de Maneje y Titerroy, al parecer con la intención de arrojarse al vacío.

Varias dotaciones policiales que se personaron en el lugar pudieron comprobar la veracidad de los hechos, observando que un hombre "en evidente estado de excitación nerviosa", manifestaba su intención de suicidarse. La primera de las dotaciones entabló conversación con el citado individuo, manteniendo una prudente distancia con intención de no incitar o provocar al varón, que según los agentes "no paraba de repetir que si se acercaban más de lo acordado, se arrojaría a la carretera".

Según afirma este cuerpo de seguridad, "haciendo uso de una gran sangre fría y palabras tranquilizantes, poco a poco los agentes consiguieron ganarse la confianza del hombre", hasta llegar a convencerlo de que retornara a la seguridad de la estructura de protección, si bien no cejaba en su empeño de que no se acercaran a menos de tres metros.

Tras más de media hora de diálogo, los agentes lograron que depusiera su actitud, conduciéndolo hasta los servicios médicos presentes en el lugar, dado que presentaba síntomas de grave excitación y nerviosismo. Para su traslado a un centro hospitalario fue preciso que le acompañara, además del personal sanitario, uno de los agentes dialogantes, ya que ésta fue una condición impuesta por este individuo para dirigirse al Hospital General de Lanzarote, según declara la Policía Nacional.

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