La Guardia Civil detuvo este lunes al sexto implicado

La juez prolonga la detención de los militares británicos imputados por el altercado en un local de Costa Teguise

["Querían matarnos, eran como máquinas y estaban muy coordinados"->36083]

9 de febrero de 2010 (06:57 CET)
La juez prolonga la detención de los militares británicos imputados por el altercado en un local de Costa Teguise
La juez prolonga la detención de los militares británicos imputados por el altercado en un local de Costa Teguise

La magistrado del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Arrecife ha prolongado la detención de seis militares británicos que presuntamente causaron destrozos y agredieron a varias personas que se encontraban en el restaurante argentino La Vaca Loca, de Costa Teguise. El sexto implicado fue detenido este lunes por la tarde y declarará este mismo martes ante la juez. A todos ellos se les imputan los delitos de lesiones, atentado a agente de la autoridad y daños en las cosas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

El suceso ocurrió el sábado, cuando dos militares entraron en el local y trataron de llevarse una botella de vino. El dueño, Hernán Martín, les recriminó su actitud y les pidió que abandonaran el establecimiento. Según los testigos presenciales, otros seis militares que esperaban fuera entraron en el local, donde se desató una brutal pelea, que acabó con trabajadores y clientes en el hospital.

Valeria, una de las clientas, ha relatado este martes a La Voz que su marido, Tomás, ha tenido que acudir a las 7.00 horas al hospital. Los médicos han evaluado su estado de salud y han determinado que tiene las cervicales "muy destrozadas". No obstante, Tomás ya ha abandonado el centro hospitalario, aunque deberá llevar un collarín.

Esta mujer asegura que los presuntos agresores saltaron encima de su marido "para romperle la columna vertebral". "Estoy asustada, tiraban sillas como locos, estoy muy asustada", ha señalado llorando.

Su marido también fue militar, por lo que tiene un cuerpo "preparado". Tomás trató de proteger al cocinero del restaurante, amigo suyo, al que supuestamente varios detenidos le estaban propinando una paliza. "Mi esposo está destruido emocionalmente, y eso me asusta, porque el cuerpo se puede arreglar y la cabeza no. No confía en la justicia, y tiene la sensación de que saldrán libres porque tienen privilegios al ser militares".

Según Valeria, los militares británicos "no iban borrachos", ya que "es imposible que perpetraran un ataque coordinado y estratégico, que huyeran de la policía corriendo, si habían bebido mucho".

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