Los fallecidos en 2010 son casi el doble que en 2009

La carretera se cobra once vidas en nueve meses

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2 de octubre de 2010 (02:09 CET)
La carretera se cobra once vidas en nueve meses
La carretera se cobra once vidas en nueve meses

Era alemana, residía en Playa Blanca, tenía 67 años y ha sido la última víctima que se han cobrado las carreteras lanzaroteñas. Y, por desgracia, no es la única, sino que en 2010 ya han fallecido once personas en accidentes de tráfico, casi el doble que en 2009 cuando se registraron seis siniestros mortales. En los últimos años la tendencia era positiva, ya que se estaban produciendo menos catástrofes en la carretera. En 2007 murieron diez personas en el asfalto, mientras que en 2008 la cifra se redujo a nueve y en 2009 a seis.

Desgraciadamente, la tendencia ha dado un giro y a 30 de septiembre de 2010 ya hay que lamentar la muerte de once personas. Además, tres de ellas se han producido con tan sólo 17 días de diferencia en este noveno mes del año y, en dos de estos accidentes, han muerto dos jóvenes lanzaroteños y otro ha resultado gravemente herido.

El último siniestro mortal registrado en la isla se produjo el domingo en Playa Blanca, en concreto, en la rotonda de la Avenida del Faro de Pechiguera. Un vehículo colisionó de forma frontolateral con el turismo en el que viajaba una mujer, una alemana de 67 años. La víctima llevaba el cinturón de seguridad abrochado, pero el impacto fue tan fuerte que, según el jefe de Protección Civil de Yaiza, Patrick Cazorla, el asiento se rompió y la mujer salió disparada por el cristal trasero izquierdo. En este siniestro también resultaron heridas leves tres personas, entre ellas, el conductor del otro vehículo.

En este caso, el propio gerente del Consorcio de Emergencias y Seguridad de Lanzarote, Esteban García, pone en duda la señalización de esta rotonda en la que falleció la mujer de 67 años. "La gente que circula por la Avenida Faro de Pechiguera no tiene la percepción de que se va a encontrar con una rotonda y, por lo tanto, no reducen la velocidad. Son vías muy rectas, donde los conductores automáticamente aceleran y cogen una velocidad por encima de la que está permitida. Cuando llegan, tienen ya la rotonda encima y no les da tiempo a frenar. Entonces, se produce el accidente", señala.

Dos tragedias en cinco días

Y es que el mes de septiembre está siendo catastrófico. Cuando la isla todavía lloraba la pérdida de un joven de tan sólo 19 años, que falleció el 10 de septiembre tras colisionar contra el monolito que separa San Bartolomé de Arrecife, cinco días más tarde los lanzaroteños se despertaron con otra trágica noticia. Una joven de 18 años moría y otro ocupante del vehículo resultaba gravemente herido tras volcar su coche en la LZ-56, a la altura de Tinguatón.

Y ambos sucesos, según la opinión de Esteban García, se repite el patrón de "gente muy joven, con muy poca experiencia en el volante y con vehículos bastante potentes". "La juventud tiene la percepción del peligro bastante subjetiva. La mayoría de los accidentes se suelen dar los fines de semana, cuando suelen salir de fiesta y, por tanto, están mucho más cansados. Algunas veces también está relacionado con la ingesta de alcohol y otro tipo de sustancias, pero no siempre", indica.

En concreto, García recuerda que en el accidente mortal en Tinguatón, el conductor era muy joven y tan sólo tenía "cuatro meses de carné". Este siniestro se produjo "muy pronto por la mañana, al igual que el del joven que chocó contra el monolito en la carretera que une San Bartolomé con Arrecife". En ambos casos, son muchos los que han cuestionado la seguridad en estas vías y han solicitado al Cabildo que proteja el muro que separa los municipios. Asimismo, la primera institución insular instalará vallas de protección en la carretera de Tinguatón para evitar que los vehículos se salgan de la vía y acaben volcados en esta zona.

Estas medidas, según el gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias, "siempre son buenas", pero insiste en que "no hubieran evitado estos accidentes". "Por ejemplo, en Tinguatón, cualquier elemento que impida que el vehículo se salga de la vía y, por lo tanto, caiga sobre esa zona complicada es una medida positiva. No obstante, la valla no es la causante del siniestro. Por ahí transitan cientos de vehículos al año que no han tenido problemas porque han respetado la señalización", subraya Esteban García.

"Es como el tema del corazón. Si no llevas una buena alimentación y una buena salud al final te va a pasar la factura. Todo el mundo sabe que fumar le perjudica y que correr en la carretera aumenta el peligro. Si respetas la señalización tienes una probabilidad mínima de que tener un accidente. Si no la respetas, y aumentas la velocidad, el porcentaje de riesgo se incrementará", explica García.

Atrapados en los vehículos

Para el Consorcio de Emergencias de Lanzarote no está siendo un año nada fácil. Los accidentes en las carreteras lanzaroteñas están siendo mucho más graves que en años anteriores y, por tanto, el rescate de los ocupantes de los vehículos también está resultando más complicado. "Nos estamos encontrando con personas con bastantes daños, atrapadas en los vehículos. A los fallecidos en accidentes de tráfico muchas veces tenemos que excarcelarlos de los turismos", lamenta Esteban García.

Y es que, en el Consorcio están seguros de que si todos los conductores respetaran la señalización y condujeran con precaución, en estos momentos, la cifra de muertos en las carreteras lanzaroteñas no ascendería a once. "Si todos ponemos un granito de arena y somos más precavidos en la conducción, bajarían los accidentes de tráfico", afirma Esteban García.

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