La mujer presentaba signos de deshidratación y tenía antecedentes cardiópatas

Fallece una mujer en Lanzarote por la ola de calor

Una mujer de 60 años falleció este lunes en la localidad de Playa Blanca a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria que le sobrevino sobre las 17:30 horas de la tarde. La mujer presentaba ...

31 de julio de 2007 (16:35 CET)
Fallece una mujer en Lanzarote  por la ola de calor
Fallece una mujer en Lanzarote por la ola de calor

Una mujer de 60 años falleció este lunes en la localidad de Playa Blanca a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria que le sobrevino sobre las 17:30 horas de la tarde. La mujer presentaba signos de deshidratación y tenía antecedentes cardiópatas. Cuando llegaron los sanitarios al lugar intentaron reanimar a la fallecida pero nada se pudo hacer por su vida. Era uno de los trece servicios de urgencias que la organización atendía este lunes relacionados con la ola de calor que afecta a toda la isla.

Cefaleas, deshidratación, calambres, malestar general y lipotimias son los efectos de las altas temperaturas en Lanzarote. Si el domingo Cruz Roja tenía que atender 10 servicios de patologías relacionadas con la ola de calor, las urgencias por este motivo aumentaron a 13 este lunes, la más grave, sin duda, terminó con la muerte de la mujer de 60 años en Playa Blanca.

Precisamente la mayoría de estas urgencias se localizaron en las zonas del sur de Lanzarote, principalmente en Puerto del Carmen y Playa Blanca. Aunque el calor afecta a personas de todas las edades, predominaron los hombres y mujeres de avanzada edad que tuvieron que recibir asistencia sanitaria. Las horas del mediodía y principio de la tarde fueron las de mayor incidencia de los efectos de las altas temperaturas, aunque por la noche Cruz Roja tuvo que intervenir en dos casos de desvanecimiento por el calor.

Los sanitarios recomiendan en estos días, con el fin de evitar o por lo menos paliar los efectos de la ola de calor, consumir comidas ligeras y vestir ropa suelta y cómoda. En casa bajar persianas y toldos y no utilizar aparatos que desprendan calor y extremar la vigilancia y control de los grupos de riesgo, como son niños, mayores y enfermos.

En el exterior evitar actividades que requieran esfuerzo físico considerable y tener cuidado con cambios de temperatura producidos por la entrada y salida de recintos climatizados, así como evitar exposiciones prolongadas al sol evitando preferentemente las horas del mediodía a primeras horas de la tarde. Y como medida principal y fundamental mantener el cuerpo bien hidratado, consumiendo abundantes líquidos incluso aunque no se tenga sed.

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