El cuerpo de Víctor Manuel Angulo, el joven peruano de 36 años que perdía la vida en el trágico accidente de la grúa en Arrecife el 2 de noviembre, fue enterrado en la tarde de este martes en la capital. Deja viuda y dos hijos, de 14 y 16 años.
Familiares destrozados y amigos incrédulos acompañaron al obrero en su último adiós en la capilla del Hospital Insular, hasta donde no se acercaron autoridades de Arrecife ni de la isla. Desde allí, sus restos partieron hasta el cementerio de Arrecife.
Víctor Manuel Angulo, de origen peruano, había llegado a Lanzarote hacía poco más de 10 años, a lo largo de los cuales había trabajado, principalmente, en el mundo de la hostelería y en otros trabajos derivados de este servicio.
Él también había sido alcanzado por la lacra del paro y, como comentaban algunos conocidos, "había tenido la suerte" de encontrar este trabajo en la construcción. De hecho, estaba viviendo el primer día de trabajo de su nueva profesión, cuando el accidente ocurrido segó su vida y la de su jefe de obras, Felipe Pérez.
Felipe será enterrado en Orense
Los restos de Felipe Pérez, el otro fallecido en el accidente, se desplazan este miércoles, junto a su familia, hasta su localidad natal, Carballiño, situada en Orense.
Su viuda y sus dos hijos, de 12 y 7 años, ya han emprendido el viaje hacia Orense, donde despedirán a Felipe, un "hombre muy trabajador y que siempre daba ejemplo", como recuerdan sus compañeros de obra.