La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha rechazado el recurso de casación presentado por Ryan Fustenberg Gómez, condenado en Lanzarote por un delito de homicidio en grado de tentativa a ocho años y seis meses de prisión. El Tribunal da por buena la sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas, al estimar que el acusado "tenía intención de terminar con la vida de su mujer o que, al menos, aceptaba ese resultado, pues pese a ser altamente posible su producción, continuó con la agresión".
Los hechos ocurrieron el 15 de mayo de 2011, cuando este hombre, que estaba separado de su esposa, acudió al domicilio familiar donde se encontraban sus dos hijos menores. La Audiencia Provincial estimó que el día de los autos, el condenado propinó una bofetada en la cara a su hijo, lo que provocó que los menores llamaran por teléfono a su madre, que acudió a la vivienda acompañada por dos amigos.
Cuando la mujer entró en la casa, se inició una discusión. Ella le pidió que le devolviera las llaves y que abandonara la vivienda. "Acto seguido, el procesado, tras coger un cuchillo de cocina de unos 21 centímetros de largo, se abalanzó contra ella e intentó clavárselo en el abdomen", según considera probado el Tribunal. La mujer logró esquivar el golpe, aunque la hoja del cuchillo le atravesó "totalmente el brazo", mientras el hombre "proseguía con su ataque, pese a la intervención de dos personas", es decir, de los dos amigos. Incluso, consiguió "atravesar nuevamente la pierna izquierda" de la mujer "a la altura del muslo, alcanzándole también la cabeza".
Por todo ello, el Tribunal Supremo considera que el Juzgado de Instancia "no duda, e hizo bien en no dudar, ante la consistencia de la información probatoria que contó" para condenar a ocho años y seis meses de cárcel a Ryan Fustenberg. El condenado, por su parte, formuló el recurso de casación con el que intentaba rebajar la pena impuesta.
Este hombre aseguró en el juicio, que tuvo lugar en mayo de 2012, que estaba "arrepentido por los daños que pudo haber causado a su esposa e hijos", aunque afirmó que no recordaba nada. Sin embargo, dijo: ""Cometí un error y debo ser castigado".
La mujer y los dos hijos se acogieron a su derecho de no declarar durante el juicio, aunque sí lo hicieron los dos amigos que fueron testigos de los hechos. Los policías que declararon en la vista oral resaltaron el estado "agresivo" del hombre, así como la "altísima resistencia" que opuso.
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