Víctima y acusado mantenían un viejo enfrentamiento por unas obras

El juicio por el crimen de La Graciosa comienza con la confesión del acusado, que alega que actuó en defensa propia

"Cuando él me tenía a mí con la cabeza debajo de tierra, yo saqué la tijera para que me soltara". Así relató Sebastián Bermúdez Hernández el momento en el que dio muerte a un vecino de La Graciosa en julio de 2010. El ...

28 de mayo de 2013 (16:30 CET)
El juicio por el crimen de La Graciosa comienza con la confesión del acusado, que alega que actuó en defensa propia
El juicio por el crimen de La Graciosa comienza con la confesión del acusado, que alega que actuó en defensa propia

"Cuando él me tenía a mí con la cabeza debajo de tierra, yo saqué la tijera para que me soltara". Así relató Sebastián Bermúdez Hernández el momento en el que dio muerte a un vecino de La Graciosa en julio de 2010. El acusado, que este lunes prestó declaración en la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Las Palmas, confesó ser autor de las heridas que causaron la muerte a Gerardo Romero, pero aseguró que actuó en defensa propia, según recoge la agencia EFE.

Por su parte, la Fiscalía sostiene que el acusado actuó "con ánimo de causar la muerte o con conocimiento de que podía causársela", y solicita para él 15 de años de prisión, así como una indemnización para la familia de la víctima de 168.000 euros.

Según se puso de manifiesto durante el juicio, la víctima y el acusado eran parientes lejanos y vecinos, pero mantenían un enfrentamiento desde hacía tiempo. Según recoge EFE, la Fiscalía explicó durante el juicio que esta polémica comenzó "con ocasión de una obra en la casa de Gerardo", porque "la casa de la madre del acusado se había llenado de tierra y esto era algo que Sebastián no perdonaba a Gerardo", hasta el punto de que "aprovechaba para molestarlo siempre que tenía ocasión desde ese día".

En la noche anterior al suceso, el 28 de julio de 2010, ambos mantuvieron una pelea en una pizzería de La Graciosa, pero varias personas se encargaron de separarles.

"Quería que me soltara", declaró al preguntarle el representante del Ministerio Fiscal por lo ocurrido la noche del 28 de julio de 2010 Sebastián Bermúdez, a quien se acusa de matar en esa fecha a Gerardo Miguel Romero González, pariente lejano y vecino de toda la vida suyo en la pequeña isla, tras una reyerta motivada por un viejo enfrentamiento que mantenían desde tiempo atrás, informó Efe.

Al día siguiente, según la Fiscalía, el acusado quiso vengarse y, tras esperar a que la víctima saliera del bar, le clavó "por dos veces" unas tijeras en el pecho, causándole la muerte. Sin embargo, Sebastián Bermúdez aseguró durante el juicio que fue Gerardo quien le atacó, y que él actuó en defensa propia. Sin embargo, sí admitió que llevaba unas tijeras encima, que minutos antes de la agresión se había guardado en el bolsillo.

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