El grupo criminal itinerante que fue detenido en Lanzarote por la Policía Nacional ya había sido arrestado unos días antes por la Guardia Civil. Aunque la banda se dedica a cometer hurtos "al descuido" en comercios y zonas turísticas, en ambos casos las detenciones se desencadenaron por un episodio violento.
En la operación hecha pública por la Policía Nacional, una empleada doméstica denunció haber sido retenida ilegalmente por dos de los miembros de la banda. En la otra, comunicada ahora por la Guardia Civil, el denunciante fue uno de los propios miembros del grupo criminal, V.N., que el pasado 24 de enero acudió al Puesto Principal de Costa Teguise para denunciar que había sufrido una detención ilegal y varias lesiones por las que tuvo que ser atendido en el Hospital Molina Orosa. Sin embargo, cuando acudió al cuartel, la Guardia Civil ya estaba tras su pista por una oleada de hurtos en Costa Teguise.
"A la par que se recogía la denuncia de V.N. se le detenía por un delito de estafa y hurto, informando el mismo que los supuestos agresores eran dos conocidos suyos con los que previamente había cometido varios hurtos y que, por motivos desconocidos, horas antes le retuvieron contra su voluntad en el domicilio donde se hallaban, en la localidad de Órzola, y le agredieron", explica la Guardia Civil en un comunicado.
Localizados en Playa Honda por un agente fuera de servicio
Al día siguiente, agentes del Equipo Territorial de Policía Judicial acudieron a registrar esa vivienda de Órzola, donde el denunciante -y detenido- tenía además sus objetos personales. Además, se dio aviso a todos los agentes, distribuyendo una descripción de los presuntos autores de la detención ilegal. Finalmente, un guardia civil que no estaba de servicio los localizó en Playa Honda, solicitando apoyo a una patrulla y deteniéndolos seguidamente como presuntos autores de varios delitos contra el patrimonio y contra las personas.
Días después, en otro servicio, la Policía Local de Yaiza dio aviso a los agentes de la Guardia Civil de Yaiza, ya que el día 31 sorprendieron a una mujer de nacionalidad extranjera –relacionada con los agresores citados- que presuntamente había hurtado la cartera a un turista. Según la Guardia Civil, la mujer quedó investigada como supuesta autora de un delito de hurto y pasó a disposición judicial, "no pudiendo sin embargo recuperar la cartera robada, al sospechar los agentes de que colaboraba con otra persona".
Tras estos arrestos, desde la Benemérita explican que los cuatro quedaron en libertad con cargos por orden judicial. Así, poco después fueron "nuevamente detenidos por la Policía Nacional por un presunto caso de detención ilegal sobre una mujer de su misma nacionalidad, siendo registrado otro domicilio de Arrecife, donde se encontraron diversos efectos robados como teléfonos móviles, perfumes, etcétera". Tras esa segunda detención, según fuentes cercanas a la investigación, volvieron a quedar en libertad y ya habrían abandonado la isla.
