Un joven lanzaroteño, de iniciales I.P.Q., fue detenido este viernes en el aeropuerto de Guacimeta tras agredir a tres agentes de la Guardia Civil. Así lo ha confirmado a La Voz la propia Benemérita, que ha explicado que los agentes, que sufrieron heridas leves, fueron requeridos a bordo de un avión para desalojar a este joven, que estaba "incordiando" al pasaje. El detenido, que tiene diversos "antecedentes policiales", ya ha pasado a disposición judicial, por un presunto delito de atentado contra agentes de la autoridad.
El vuelo debía despegar a las 7 de la mañana con destino a Gran Canaria. La Guardia Civil explica que este joven no respetó las indicaciones del personal de la compañía, a las que hizo "caso omiso". Aunque no llegó a agredir a la tripulación ni a los pasajeros, su actitud era "agresiva", explica la Benemérita. Por eso, el comandante de la aeronave decidió requerir la presencia de la Guardia Civil.
El comandante "ordenó que no volara y su desalojo, en virtud de la ley de Seguridad Aérea", que establece que "los pasajeros están obligados a cumplir todas las normas y medidas que dicte el personal aeronáutico para preservar el orden y la seguridad", explican desde el cuerpo policial. A pesar de ello, el detenido, nacido en 1991, no hizo caso y fue entonces cuando tuvieron que acudir los agentes.
A su llegada, I.P.Q. se enfrentó con ellos, y los guardias civiles tuvieron que "reducirlo". Como consecuencia de lo ocurrido, los tres guardias sufrieron "heridas leves, roces, contusiones, etcétera", explica la Benemérita. Posteriormente, el joven fue detenido. La Benemérita ha señalado que el joven pasó a disposición judicial y que este mismo fin de semana fue citado en el Juzgado para una primera vista.
De otro lado, la Benemérita señala que, además, la compañía les ha trasladado que está estudiando presentar una denuncia administrativa contra I.P.Q. La Guardia Civil, según expone, no puede proceder contra él administrativamente al haber tramitado sus diligencias por la vía penal, pero sí puede hacerlo la aerolínea. Esa denuncia se haría ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, aportando el informe elaborado por la Guardia Civil y el del comandante de la aeronave relatando lo sucedido.