Doce personas han sido detenidas en una operación de la Policía Nacional que ha permitido desarticular una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres en clubes de alterne ubicados en Lanzarote y Fuerteventura. Las víctimas de esta red eran chicas de nacionalidad rumana y búlgara, que habrían sido objeto incluso de presuntas agresiones físicas y psíquicas y coacciones.
La investigación se inició hace más de dos años, cuando laBrigada Central de Redes de Inmigración fue alertada por las autoridades rumanas de la existencia de una organización delictiva de ese país, dedicada a la explotación sexual de jóvenes rumanas, tanto en la calle como en distintos clubes de alterne y prostitución.
Asimismo, dichas autoridades advertían que para mantener el control de sus víctimas, la organización utilizaba un nivel muy alto de violencia y amenazas, tanto contra las chicas como contra sus familiares en Rumanía. En esa primera información, les trasladaron que la red ya tenía abierto un club dedicado al ejercicio de la prostitución en una isla del archipiélago, y que pretendía expandir sus actividades delictivas en España.
Fruto de las primeras investigaciones por parte de las unidades policiales, se pudo comprobar que la red dispondría de un local para el desarrollo de su actividad criminal en la isla de Lanzarote. Avanzada la investigación, se consiguió tener conocimiento de que este grupo poseía otro club de alterne donde obligaban a sus víctimas a ejercer la prostitución,en la isla de Fuerteventura.
Ambos clubes eran los llamados "Club Exotic", situados uno en la localidad de Puerto del Carmen y el otro en la localidad majorera de Corralero. Los dos estaban administrados por sendos ciudadanos rumanos, F.M.V. y A.M.B., que según la Policía Nacional, eran "un eslabón más del entramado criminal de forma piramidal".
El líder controlaba la red desde prisión
La organización, de "gran envergadura y complejidad" según señala la Policía Nacional, tenía un máximo líder que a pesar de encontrarse en prisión en Rumanía desde que se inició esta investigación, continuaba "impartiendo las órdenes a seguir a través de comunicados a otros miembros, que mantenían en todo momento el respeto y la obediencia de sus lugartenientes, situados cada uno en una Isla".
Aunque la operación se inició con las denuncias de varias jóvenes que fueron explotadas sexualmente durante años, otras no se han atrevido a dar el mismo paso. De hecho, durante la investigación, los agentes acudieron a los clubes a realizarles entrevistas y, según la Policía, "mostraron un fuerte temor hacia sus explotadores, impidiéndoles esta situación declarar en contra de ellos, pese a haber sido objeto de retenciones en pisos, agresiones físicas y psíquicas y coacciones".
Tras más de dos años de investigación, la intervención policial se desarrolló en la tarde noche del pasado 7 de marzo, cuando se practicaron las detenciones y se registraron los dos clubes de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, así como varios domicilios de los máximos responsables de la organización, "donde se recopiló una gran cantidad de efectos y documentos incriminatorios", según la Policía Nacional.
Dos días después, fue detenida una nueva integrante de la organización, y a todos ellos se les imputan los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, relativos a la prostitución, pertenencia a organización criminal, detención ilegal, coacciones y contra los derechos de los trabajadores.