UN POLICÍA DECLARÓ EN EL JUICIO DEL CABALLITO Y CREE QUE HUBO "COMPLICIDAD"

"Cuando empiezan a cobrar repercusión los hechos, es cuando empiezan a borrar pruebas"

El Policía Local que declaró como testigo en el ?juicio del caballito? se mostró convencido de que los acusados se habían puesto de acuerdo para grabar el vídeo. También la fiscal, que mantuvo su petición de dos años de cárcel?

26 de noviembre de 2015 (17:41 CET)
Cuando empiezan a cobrar repercusión los hechos, es cuando empiezan a borrar pruebas
Cuando empiezan a cobrar repercusión los hechos, es cuando empiezan a borrar pruebas

Durante la investigación del vídeo del 'caballito', los acusados "borraron pruebas". Así lo ha asegurado uno de los policías locales de Arrecife que ha declarado este miércoles como testigo en el juicio, que ha recordado por ejemplo que el vídeo original fue eliminado. Este agente se ha mostrado convencido de que los dos acusados se habían puesto de acuerdo para grabar las imágenes y ha ido desgranando las pruebas del atestado que cree que demuestran que había "complicidad" entre el conductor del coche desde el que se tomaron las imágenes y el motorista que aparece en ellas haciendo el ‘caballito’. También lo cree la fiscal, que ha mantenido su petición de 2 años de cárcel y en sus conclusiones ha destacado que la Policía lo ha dejado "meridianamente claro". 

En la vista de este miércoles han declarado los dos acusados y también han acudido como testigos el copiloto del coche, que es primo del conductor y fue quien grabó el vídeo, una taxista cuyo vehículo aparecía en las imágenes y dos agentes de la Policía Local que intervinieron en la investigación. Las pesquisas que realizaron los agentes para determinar la velocidad a la que iban los dos vehículos y el recorrido que hicieron realizando esas maniobras "peligrosas" es una de las claves de la argumentación de la Fiscalía. También juegan un papel importante en el caso las redes sociales, ya que el vídeo se difundió a través de ellas; y los fotogramas del vídeo original.

En este sentido, el policía ha sido preguntado durante su declaración por la fotografía que el acusado de conducir la moto se puso en su perfil de Whatsapp. Se trata concretamente del fotograma del vídeo en el que se ve al motorista conduciendo sobre una sola rueda. Manuel Salces asegura que la foto se la "pasaron por un grupo" de Whatsapp. La Policía, sin embargo, no cree que fuera así cómo accedió a la imagen. El agente ha explicado que esta aplicación de mensajería "baja automáticamente la calidad" de los vídeos al enviarlos entre usuarios. Así, ha sostenido que el hecho de que la foto de perfil del acusado tuviera una calidad superior "sólo puede implicar que Manu tuvo acceso al vídeo original o a una captura de ese vídeo". El acusado, sin embargo, ha negado que la imagen le hubiese llegado a través del conductor del coche, Oriol Suárez, o de su primo, que era el copiloto.

 

"Borrar pruebas"


El agente ha explicado también que el vídeo original "se borró". El propio autor de ese vídeo, que ha declarado como testigo, ha explicado que lo eliminó de su teléfono. La Policía, no obstante, le reprocha que acudiese a dependencias policiales "con el móvil, pero sin la tarjeta SD". Él, por su parte, afirma que su teléfono "no tenía" tarjeta de memoria. También ha dicho que, cuando la Policía lo llamó para preguntarle por ese vídeo en el que aparecen su primo y el motorista, le dijeron que "les diera el móvil o si no me lo quitaban a la fuerza".  

El copiloto también ha asegurado que eliminó el vídeo "el 26 o el 27" de octubre. Fue precisamente esos días cuando se difundió el vídeo en redes y se conoció a través de los medios la noticia de que la Policía estaba investigando un vídeo por conducción temeraria. El atestado policial deja constancia de este hecho y asegura que el vídeo "se borró al ver la repercusión" que estaba adquiriendo. "Cuando empiezan a tener repercusión social los hechos es cuando empiezan a borrar pruebas", ha sentenciado el agente al ser preguntado por esa afirmación en el atestado.

Algo que también desapareció mientras la investigación policial estaba en curso fue la cuenta de Facebook de Manuel Salces. Ante las preguntas de la Fiscalía, el propio acusado ha reconocido que "tenía" una cuenta en esa red social "en esa fecha". Según ha dicho, desde entonces la ha eliminado y "ahora ya no" dispone de ella. 

 

"Me puse nerviosa al ver la imprudencia que cometían"


Para la Policía Local y la Fiscalía, la complicidad entre ambos acusados queda probada también con la declaración de la taxista, que circulaba por la carretera cuando la moto hacía el caballito y que ha corroborado el recorrido que hicieron "juntos" los dos vehículos. La declaración de esa testigo ha sido precisamente uno de los momentos más tensos de la vista. La taxista ha respondido en varias ocasiones que lo que le estaban preguntando ya se lo había dicho a la Policía y diciendo que no veía "para qué" tenía que seguir contestando. 

Su actitud ha hecho que el juez haya tenido que pedirle en varias ocasiones que no le "interrumpiera" e, incluso, le ha recordado en dos ocasiones que estaba obligada a responder y a hacerlo "con verdad" o, de lo contrario, se enfrentaría a un delito de obstrucción a la justicia. Ante esa advertencia, la testigo ha respondido, aunque ha comenzado haciéndolo con vaguedad para la fiscal, que ha llegado a decirle: "o mintió usted a la Policía o miente ahora". La taxista ha afinado entonces sus respuestas, corroborando que vio cómo los vehículos iban "juntos hasta la rotonda nueva de antes del muelle (de Los Mármoles)" y después volvían a la autovía.

Preguntados por ese trayecto, el conductor del coche y el copiloto han coincidido con la testigo: entraron en Playa Honda en esa carretera, llegaron a la Circunvalación, salieron en la última rotonda antes de Costa Teguise (la de entrada a Los Mármoles) y entonces dieron la vuelta a la glorieta y se incorporaron de nuevo a la autovía. Tanto para la Policía como para la fiscal esto prueba que iban juntos y habían planeado de antemano el recorrido para grabar a Salces haciendo esa maniobra. 

La taxista ha reconocido también que la maniobra del motorista la puso "nerviosa", "porque si se cae le puedo arrollar". Admitiendo que se trataba de una "situación complicada", subrayando que llevaba "clientes" y además detrás circulaba una guagua, la taxista ha señalado que tuvo "miedo" al ver la "imprudencia que estaba cometiendo" el motorista, aunque ha afirmado que no le dio miedo la del coche.

 

La "connivencia" y el "peligro evidente" quedan "acreditados"


Para la fiscal, con todo ello, ha quedado "acreditado" que había "connivencia" entre los dos acusados. En sus conclusiones ha recalcado, además, que las maniobras del motorista y el conductor, suponían un peligro "evidente". Además, ha incidido en que la velocidad es sólo un "elemento" de la temeridad que cree que cometieron. También ha matizado que el peligro no reside en que "haya habido o no un accidente", "la situación de peligro ya existe por hacer esa maniobra"

Las defensas han argumentado, por el contrario, que no hubo tal temeridad y que el peligro no era "manifiesto". "No hubo riesgo concreto para la vida de las personas y tampoco queda probada la co-autoría por el mero hecho de conducir al lado de alguien", ha dicho el abogado de Suárez. El letrado cree que al conductor sólo puede imputársele el exceso de velocidad y considera que, en todo caso, debe considerarse un "ilícito administrativo" y no penal. En ese argumento coincide también el abogado de Salces, que ha incidido en que para que la "peligrosidad sea manifiesta" debe haber un "resultado lesivo inminente". 

El letrado de Manuel Salces ha insistido especialmente en que su cliente "no conducía la moto". "Nunca se le identificó por la cara ni por la matrícula, ha presentado certificado laboral conforme estaba trabajando. Se presentan pruebas como delictivas y no lo son", ha dicho, para terminar concluyendo que identificar a su defendido resulta "increíble". Así, ha solicitado la "total absolución" de Salces. El juicio ha quedado tras esas conclusiones visto para sentencia.

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