Los atracadores, al parecer pertenecientes a una banda organizada, irrumpieron en el chalet cerca de las tres de la madrugada del pasado jueves, donde se encontraban durmiendo una mujer y sus dos hijos gemelos de 9 años. Los cinco encapuchados, de acento latinoamericano según el testimonio de la familia, les sacaron de sus camas y les ataron de pies y manos, amenazándoles con quitarles la vida si no les decían dónde guardaban el dinero en efectivo y los bienes de valor. Incluso, llegaron a golpear a la mujer en un ojo.
Finalmente, los encapuchados huyeron con 3.000 euros en efectivo, joyas valoradas en más de 6.000 euros y dos ordenadores portátiles. Sobre las 6:20 horas de la madrugada, y más de tres horas después del inicio de una auténtica pesadilla, la mujer logró desatarse y llamar por teléfono para denunciar lo sucedido.
Hasta el momento no se han producido detenciones por este suceso y, según los datos recabados por la Guardia Civil, los atracadores no tuvieron que forzar puertas ni ventanas, ya que pudieron acceder a la vivienda por la puerta de una solana que solía quedar abierta, después de atar al perro de la familia, que estaba en el jardín. No se descarta que esta banda pudiera estar siguiendo los pasos de esta familia, ya que se da la circunstancia de que el padre no estaba en casa al encontrarse de viaje, por lo que la mujer y los dos niños estaban solos. En un edificio anexo al chalet dormía un matrimonio de empleados de hogar, pero no se enteraron de lo que estaba sucediendo.
