El sargento Machín de la Guardia Civil, coordinador del dispositivo de búsqueda de los dos pescadores desaparecidos el pasado domingo, ha sido la persona que a primera hora de este miércoles, 23 de octubre, localizaba los cuerpos. "Pensábamos marcar la zona antes de que llegase el robot para hacer la búsqueda más concreta, pero aproximadamente a unos 50 metros de profundidad hemos visto más abajo los dos cuerpos y hemos descendido para rápidamente engancharlos", aseguraba el sargento poco después de las 10:30 de la mañana, cuando la embarcación de Emerlan atracaba en Puerto Naos.
Sólo pudieron amarrarlos con un cable "muy fino", explicaba el sargento de la Guardia Civil a los familiares congregados en Puerto Naos a primera hora de la mañana, "por lo que para el rescate será necesario el robot del Grupo Especial de Acción Subacuática (GEAS)", que llegó a Lanzarote sobre las 12 horas de este miércoles. Con este robot subacuático se procederá a movilizar ambos cuerpos, previamente balizados, a una menor profundidad para que los buzos puedan recuperarlos del agua.
"Mi hermano merecía que le encontraran", comentaba visiblemente afectado el hermano del patrón del barco, Mario García, "aunque siempre guardábamos la esperanza de encontrarles vivos", añadía. Entre lágrimas y suspiros de pesar recibían la noticia de su localización los familiares y amigos de los fallecidos que esperaron la llegada de la embarcación de Emerlan con los dos buzos que localizaron los cuerpos.
En relación a las causas del accidente, la Guardia Civil baraja la hipótesis de que los dos sufrieran una narcosis de nitrógeno producida al exceder los límites de profundidad. La también llamada "borrachera de las profundidades" es una reacción que sufre el cuerpo humano cuando la presión parcial de nitrógeno excede de tres atmósferas y causa un efecto de desorientación en las víctimas. "Pudieron descender más de lo que pensaban y no se dieron cuenta de que perdían la consciencia", aseguraba Machín.
La búsqueda ha durado tres días de rastreo, pero finalmente los cuerpos han sido localizados en la misma zona de su desaparición, en Costa Teguise, aproximadamente a dos millas de la orilla.