Samuel Hernández Jorge era un chico muy popular y conocido no sólo en su localidad natal, Tías. Su pasión por el mundo del motor y su colaboración voluntaria con los servicios de Protección Civil cada vez que sus obligaciones se lo permitían, le llevaron a recorrer buena parte de la isla.
Sus amigos le definen como un chico "muy activo, muy simpático, abierto y apasionado del mundo del motor y de las competiciones de coches", sobre todo de la modalidad de rally, llegando a participar en el Campeonato Insular de Lanzarote.
Samuel convirtió su pasión en profesión, ya que trabajaba como mecánico desde hacía casi cuatro años en el Taller Félix de León, situado en San Bartolomé. Su jefe, que da nombre al taller, le recuerda como "un chico buenísimo, muy buen trabajador, aplicado, todo el mundo le quería y le respetaba. Todas las palabras buenas que se te puedan ocurrir son para él".
Tanto él como el resto de los compañeros no pueden ocultar su dolor ante la pérdida: "Estamos todos destrozados. Yo pasaba ocho horas con él y nos lo contábamos todo. Ha sido un palo muy duro que a nadie nos ha dado tiempo a asimilar", confiesa Félix.
"Ha sido terrible"
En el atropello también resultó herida Attenery Martín, la novia de Samuel desde hacía casi cinco años. Afortunadamente sus heridas fueron de menor gravedad. Así lo confirma Félix, quien asegura que "Attenery de las heridas del accidente está bien, está mejor. De lo que no está bien es del trauma. Imagínate, más de cuatro años con él, recién empezada la convivencia? Ha sido terrible".
Félix coincide casi en las mismas palabras con Carmelo Álvarez, amigo y testigo en primera persona del fatal atropello, quien asegura que "todavía no lo hemos asimilado". "No lo hemos hecho hasta el punto de que, yo lo vi todo, yo estaba allí y no lo he asimilado, así que imagínate", recuerda, mientras no puede dejar de señalar que todo "pasó muy deprisa? veinte centímetros más para fuera y hubiera escapado?20 centímetros más para dentro y me coge a mí también".
Carmelo también quiso destacar de su amigo Samuel, la intención que tenía de empezar a competir en rally de una manera más profesional: "Ya se había comprado un par de cosas buenas de verdad para competir y en 2010, quería hacer una carrera seria".
Una pasión y una relación que quedaron truncadas camino a la ermita de Nuestra Señora de Los Dolores.
Homenaje espontáneo
El lunes 14 de septiembre a las 10:00 horas se celebró en la Iglesia de San Antonio de Tías la misa funeral, tras la cual el cuerpo de Samuel fue trasladado al cementerio de Tías para recibir sepultura. Al término del acto, sus amigos celebraron un improvisado homenaje en el punto de la carretera en el que perdió la vida. Tal y como explica su amigo Carmelo Álvarez: "No lo pensamos, salió así, nos fuimos hasta allí y dejamos unas flores y unas fotos suyas para que se le recuerde y no se olvidé lo que pasó".
