¡Viva la Virgen del Carmen! Con estas emotivas palabras concluía el pregón de una de las fiestas más populosas de Lanzarote, las segundas después de San Ginés. Las palabras fueron pronunciadas por un hombre que significa mucho en la historia reciente de este antaño pueblo marinero, Bienvenido Saavedra, director del Grupo Farione y concretamente máximo responsable del Hotel Farione, uno de los primeros en la gloriosa historia turística de la localidad. Y con esta frase se daba el pistoletazo a los festejos con más encanto para gran parte de todos aquellos que en algún momento de su vida han tenido la suerte y el privilegio de vivir o trabajar en Puerto del Carmen, un pueblo a caballo entre la tradición marinera y el desarrollo turístico, que en todo momento, todos los días del año, desprende una vitalidad y una alegría que difícilmente tiene igual no sólo en la Isla de los Volcanes, sino en todo el país.
Durante las próximas dos semanas la Plaza del Varadero de La Tiñosa será el centro de atención y diversión para toda Lanzarote. Allí se desarrollarán prácticamente todos los actos y actuaciones previstas en el programa de los festejos. Seguro que cientos e incluso miles de conejeros venidos de todos los rincones de la Isla pasarán algún día en las Fiestas del Carmen, porque sin duda, tienen un sabor y un encanto especiales.
Y así, arrancaban el martes las celebraciones con un memorable pregón leído por Bienvenido Saavedra en el Centro Cívico El Fondeadero, situado en la misma Plaza de Varadero, que desde la década de los setenta es un lanzaroteño más, pero más concretamente, un fiel ciudadano y enamorado de Puerto del Carmen, o la Tiñosa, como gusta llamar la localidad a más antiguos del lugar.
Muchos son los ilustres personajes de todo el mundo que han encontrado en La Tiñosa la tranquilidad, la paz y la belleza de un paraje incomparable. Y así lo recordaba Saavedra. "Ilustres figuras de la categoría del internacional tenor Alfredo Kraus, quien junto a su gran amigo el también tenor italiano Agustino Ferrín, degustaban los manjares de nuestros mares en el "bar de Luis Canilla" y en el "Tres copas". Kraus supo apreciar la riqueza de nuestra tierra quedandose entre nosotros largas temporadas de descanso en el Quígere. O el malogrado César Manrique, quien rodeado de sus amigos visitaba La Tiñosa para pasear por sus orillas, descalzo, como a él le gustaba recorrer la costa de arena fina. César, con su conocido ingenio, miraba los peces y me decía: Estos no son míos, que no los toquen. Era su peculiar forma de transmitir su preocupación por el cuidado del medio ambiente, por cuya defensa luchó hasta su despedida".
Pero también recordó el director del Farione la visita de numerosos "políticos, científicos, artistas y literatos, reconocidos hombres de negocios o premios Nobel. Y así, el doctor Severo Ochoa también llegó a Lanzarote en el año 1988 y nos dejó su visión personal de este pueblo en unas letras transmitidas tras su regreso a Madrid. Y así decía: No existe rincón con tanta tranquilidad en todo el mundo. Mis paseos por la costa, las imágenes de sus marinos trabajando el pescado, secandolo al sol y el aire fresco del mar, esa es la mejor medicina".
Bienvenido Saavedra también recordó la historia de un pueblo marinero que con el paso del tiempo se convirtió en el principal núcleo turístico de la Isla. "Con las erupciones volcánicas del siglo XVIII la estructura del municipio queda conformada como núcleo poblacional. No podemos olvidar la historia de la barrilla en este siglo, en que gran parte de la superficie de cultivo se destina a la obtención de este producto. En 1769 el puerto de La Tiñosa adquiere mayor importancia, ya que desde él se exportaba la barrilla. Aún hoy conservamos el nombre de la playa Pila de Barrilla, también conocida como Playa Chica, donde se quemaba el producto para sacar sosa. El pueblo de La Tiñosa a principios del siglo XX se va consolidando como una zona dedicada a la pesca. Y a partir de la mitad de los 60, nuestra industria turística da sus primeros pasos en La Isla, consolidandose como actividad económica fundamental y postergando a un segundo plano otros sectores de producción fundamentales para nuestra supervivencia".
Saavedra no pudo evitar hacer un guiño a las autoridades municipales al referirse a la proyección turística de la localidad. "El desarrollo que ha experimentado en las últimas décadas la zona turística de Puerto del Carmen, junto a las apuestas para mejorar la oferta de ocio y cultura en el municipio, me hacen soñar con una zona en donde impere la calidad de servicios, la internacionalización de esta tierra como referente turístico, el buen gusto de cada rincón. Como trabajador de este bello enclave costero, he ido percibiendo su transformación del pueblo marinero a principal centro turístico del que disfrutamos todos y del que viven un gran número de familias".
