Una pareja lanzaroteña con un bebé de sólo tres meses se ha quedado sin un lugar donde vivir, donde pasar la noche. Ni ella, de 23 años, ni él, de 38 años, cuentan con apoyo familiar, por lo que no saben qué puerta tocar para pedir ayuda. Además, temen que los servicios sociales acaben haciéndose cargo de su niño.
La situación de esta pareja, que quiere permanecer en el anonimato, se complicó cuando nació el bebé. Ninguno de los dos tiene una vivienda propia y, además, están en el paro. Por ello, cuando nació el bebé, ella acabó trasladándose a casa de su madre, que le "puso en la calle cuando el niño tenía mes y medio".
Por suerte, la pareja encontró ayuda en una vecina extranjera. "Nos quedamos en su casa e, incluso, nos pagó un alquiler en Puerto del Carmen", señalan los afectados. Sin embargo, ella ya no puede seguir prestando esta ayuda y tampoco pueden vivir en su casa, puesto que esta semana llegaban su marido y sus hijos.
Por tanto, ahora mismo, la joven, su pareja y el bebé de ambos no tienen un lugar donde dormir. Los servicios sociales de Tías les han ayudado ofreciéndoles pañales, leche para el bebé y alimentos como arroz o lentejas, pero necesitan un techo. "Tenemos que rellenar unos papeles, pero tardan dos meses en conceder estas ayudas, que las necesitamos urgentemente", insisten.
La pareja asegura que "no le importa quedarse en la calle", pero no quiere que su bebé pase por esta situación. Por ello, piden "una oportunidad" para poder encontrar un trabajo y, de esa forma, un lugar donde vivir.