Desde el pasado martes 26 de julio, día de Santa Ana, el pueblo de Tahíche exhibe en el parque de Los Luchadores una escultura homenaje a "Las matronas". Este homenaje nació a raíz de que Josefa Pérez Valdivia, en representación de la Asociación de la Tercera Edad Santa Ana de Tahíche, solicitó realizar una escultura callejera dedicada a la comadrona rural "María Betancort Robayna", en homenaje a su labor humana y altruista, en representación de todas las profesionales del municipio de Teguise y que fuera colocada en el pueblo de Tahíche. Esta petición se materializó este martes, al acto de inauguración acudieron muchos familiares de María Betancort Robayna, así como mucho vecinos "agradecidos por la labor llevada a cabo por la comadrona del pueblo".
El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, inició el acto exaltando la "labor de María" y aunque reconoció no haberla conocido, sí que le habían tarslada la entrega de esta mujer que ayudó a muchas otras a dar a luz en momentos más complicados que los actuales. "En ella se reconocen también a todas aquellas comadronas rurales que también llevaron a cabo esta difícil tarea en los pueblos del municipio de Teguise", añadió Betancort.
En segundo lugar, tomó la palabra la concejal de Cultura y Fiestas, Olivia Pérez, quien hizo una exhaustiva semblanza de "su bisabuela", de la que dijo con la voz entrecortada que "se sentía muy orgullosa del momento que estaba viviendo, al verse rodeada de familiares y vecinos con los que día a día se tropieza en el pueblo". Duque explicó que "la comadrona de Tahíche llegó amamantar a algunos recién nacidos, ya que sus madres no podían darles el pecho y como ella también estaba recién parida colaboraba para que así el pequeño saliese adelante". Señaló también que María donó la imagen de Santa Ana que hoy día se venera en el pueblo de Tahíche. "Esta donación fue una promesa, ella pidió que si los hombres de Tahíche, que habían sido reclutados para ir a la guerra, venían sanos y salvos, ella donaría esa imagen, y así fue", añadió la edil.
En el acto de inauguración también estaba presente el escultor Rigoberto Camacho Pérez, autor de la obra, quien se mostró "muy agradecido con el ayuntamiento de Teguise por haberle elegido para hacerla". Rigoberto explicó que le llevó tres meses de trabajo realizar la escultura, que está realizada con resina de poliéster y fibra de hierro y pesa unos 500 kilos y dos metros de altura.
Acto seguido se procedió a descubrir la escultura continuando con la sección fotográfica donde todos los representantes municipales y muchos de los familiares y vecinos allí presentes subieron al pedestal donde estaba situada la escultura para así inmortalizar una jornada que arcará historia recordando así una profesión la cual ayudo a muchas mujeres en unos de los momentos más grandes pero también difíciles de su vida como el de dar vida a un hijo.
