TRAS MÁS DE DOS HORAS DE ESPERA, ESTA MUJER DE 77 AÑOS DECIDIÓ MARCHARSE

Una enferma del corazón, indignada por su espera en Urgencias: "No me atendieron al final y me fui para mi casa"

Asegura que entró al hospital a las 19.30 horas y dos horas después decidió marcharse al ver que aún tenía que seguir esperando. "Me encontraba muy mal, estaba temblando y con fatiga", dice esta mujer de 77 años?

3 de noviembre de 2014 (06:02 CET)
Una enferma del corazón, indignada por su espera en Urgencias: No me atendieron al final y me fui para mi casa
Una enferma del corazón, indignada por su espera en Urgencias: No me atendieron al final y me fui para mi casa

Se llama Teresa Romo y, además de padecer del corazón, está intentando superar un cáncer de mama. El pasado jueves, esta mujer de 77 años, acudió a Urgencias del Hospital Doctor José Molina Orosa porque le dolía "mucho un costado, cerca del corazón". Estaba preocupada por si le pasaba algo, sobre todo, porque tenía que ir el lunes al hospital en Tenerife, a acompañar a su marido también enfermo de cáncer. Tras más de dos horas de espera, denuncia que se tuvo que marchar sin ser atendida. Al día siguiente, fue a presentar una reclamación.

Teresa acudió al hospital sobre las 19.30 horas. "Me encontraba muy mal, estaba temblando y con fatiga", afirma. "Me mandaron para adentro y me pusieron en una silla. Estaba mareada y había bastante gente. Vi que iban entrando personas y pensé que estarían antes que yo", relata.

Tras mucho esperar, esta mujer asegura que se acercó a un médico para decirle que no se encontraba bien, pero éste le comunicó que en poco tiempo se iba a producir el cambio de turno y sólo se quedaría un facultativo para atender a todos los pacientes. Entonces, Teresa preguntó cuánto tiempo más tendría que esperar y le dijeron que sólo quedaba "una persona" por delante.

 

"Me tenían que haber atendido"


"Esperé y esperé y, en vista de que no me llamaban, pregunté a un enfermero. Me dijo que tenía a cuatro personas por delante. Yo no comprendía nada, entraba gente que no estaba allí", insiste. "Me dijeron que actuaban según la gravedad de los enfermos, pero entró un niño que le pusieron bien un dedo y otra persona por un esguince de tobillo. A mí no se me preguntó que tenía", cuestiona. "¿Es un esguince más urgente que lo que yo podía tener?", se pregunta.

Pasadas las 21.30 horas, Teresa decidió marcharse al ver que todavía le quedaba mucho para ser atendida. "Sólo me iban a dar un calmante para el dolor y ya, pero me tenían que haber atendido. Si pagas una Seguridad Social durante toda una vida es para algo y, al menos, tendrían que haberme hecho un electro por si me estaba dando un infarto o algo", afirma.

"¿Para qué salgo de mi casa?", se pregunta esta mujer, que asegura que ella misma podría haberse tomado un calmante en su casa y no dejar solo a su marido. 

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