EL GERENTE NIEGA QUE HUBIERA "DESAPARECIDO" PARTE DEL HISTORIAL MÉDICO

Una comisión del Molina Orosa investigará la muerte de José Antonio Perera

El gerente de los Servicios Sanitarios recalca, no obstante, que su historia clínica estaba "íntegra" y asegura que los aparatos "funcionan correctamente". Afirma que hubo algunos "malentendidos" con la familia y que ha tratado de aclararles sus "dudas"?

16 de marzo de 2016 (11:01 CET)
Una comisión del Molina Orosa investigará la muerte de José Antonio Perera
Una comisión del Molina Orosa investigará la muerte de José Antonio Perera

Una comisión especializada del hospital Molina Orosa investigará el fallecimiento de José Antonio Perera, el carpintero que fue brutalmente agredido en su casa de El Islote el 18 de enero y que falleció el pasado jueves en este centro sanitario. Así lo ha explicado este miércoles José Luis Aparicio, gerente de Servicios Sanitarios del Área de Salud de Lanzarote, después de saberse que su familia decidió acudir a los tribunales para que se esclarezca si pudo producirse una negligencia médica. 

No obstante, Aparicio ha desmentido algunas de las afirmaciones de la familia. Según ha asegurado, la gerencia ha hecho las primeras averiguaciones y la historia médica de José Antonio estaba "íntegra" y los aparatos "funcionan correctamente". Según ha dicho el gerente en Radio Lanzarote-Onda Cero, hubo algunos "malentendidos" con la familia y la gerencia que él dirige ha intentado "aclararles algunas dudas". En cualquier caso, ha incidido en que algunas cuestiones aún no han podido investigarse y ha indicado que la parte "más difícil" del caso, el "manejo clínico" del paciente, lo "valorará" una comisión, puesto que requiere un "análisis más profundo". 

José Antonio Perera falleció el pasado jueves en el hospital, donde había ingresado en estado crítico el pasado martes de madrugada y había permanecido dos días en coma, tras sufrir un infarto. El origen de esa parada podría ser un trombo en una pierna. Horas antes de ese ingreso, en la madrugada del lunes al martes, José Antonio había acudido a ese hospital con fuertes dolores en la pierna. Unas horas después, lo enviaron a casa. Según relató su hermano a La Voz, le hicieron un escáner, una analítica de sangre, trataron de medirle el oxígeno en sangre con dos máquinas que "no funcionaban" y le aplicaron "sueros o relajantes". Posteriormente le dieron el alta. Su familia no se explica lo que sucedió para que terminara falleciendo y por eso, según indicó su hermano, presentaron una demanda el pasado viernes en los Juzgados.

El gerente de los Servicios Sanitarios, que ha mostrado su "tristeza" y "pesar" por el fallecimiento, ha señalado que el hospital no tiene "constancia" por el momento de esa demanda. Según ha indicado, la comisión a la que se le encargue valorará si la atención que recibió José Antonio en "observación" fue "suficiente o insuficiente". El gerente ha explicado que el Molina Orosa cuenta con dos comisiones, una de "historias clínicas" y otra "que se dedica a hechos como éste, con resultados inesperados", y con un grupo de trabajo que "sistemáticamente" hace seguimiento de los fallecimientos en el hospital. Ha explicado que posiblemente este mismo miércoles determinen cuál es la comisión "óptima" para "revisar" lo que sucedió en el caso de José Antonio Perera y le encargarán que realice un informe al respecto. 

 

"Cautela" para no "interferir en la investigación"


La entrega de ese informe a la familia, ha explicado, dependerá de si la ley "permite o no" trasladar este tipo de dictámenes. "Tendremos que ver eso con los abogados. Pero en principio nuestra intención es facilitar a la familia, en este caso y en todos los casos de cualquier problema que haya en el hospital, facilitar a la familia y a los usuarios la solución que necesiten", ha apuntado. En este sentido, Aparicio ha recalcado también que se trata de un "tema judicializado" y por tanto el hospital tiene que actuar con "cautela", para no "interferir en la investigación policial".

De hecho, el cuerpo de José Antonio Perera fue sometido a una autopsia por orden judicial. Ese examen forense, cuyos resultados aún no han trascendido, determinará las causas de la muerte y si tienen relación directa con la brutal paliza que le infligieron las personas que lo asaltaron en su casa el pasado 18 de enero. En caso de ser así, los asaltantes podrían enfrentarse a un nuevo cargo por homicidio. 

El hermano del fallecido, por su parte, declaró a La Voz este lunes que parte de su expediente había "desaparecido" y que la máquina que emplearon para medir el oxígeno en sangre no funcionaba, ni tampoco la que trajeron después. Pero, especialmente, lo que subrayó fue el hecho de que el mismo día que ingresó en el hospital en estado crítico, José Antonio había acudido al centro con dolores en la pierna y le enviaron a casa. "No tuvo el trato que tenía que tener", aseguró. 

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