Los días de calor aprietan y para los niños han llegado sus dos meses de vacaciones. No dejan de ser días para disfrutar y olvidarse de los largos meses de colegio en los que no han parado de hacer deberes y estudiar. Sin embargo, para muchos estos días pueden llegar a ser interminables puesto que en muchos casos los padres de estos pequeños trabajan y no pueden dedicarles todo el tiempo que les gustaría. Para tratar de ayudar a estas familias, el Ayuntamiento de Tías ha puesto en marcha un año más la campaña de deportes que este año celebra su decimonovena edición. Durante estos dos meses un centenar de niños participará en las distintas actividades organizadas por el departamento de Deportes del consistorio.
Durante las próximas dos semanas se celebran las actividades en la playa. Unos sesenta años de entre ocho y catorce años de Tías y de Puerto del Carmen participan en este evento. Cada día se reúnen a las once de la mañana en Playa Grande junto a cuatro monitoras. Mientras que algunos días son los pequeños los que deciden a qué jugar, otros son las cuidadoras las que marcan las actividades del día. De esta manera, juegos como el ‘quemao', el tenis o el fútbol son los que más éxito tienen. Para ello cuentan con material como pelotas, cuerdas o raquetas con los que no paran de moverse. Al mismo tiempo, las actividades les han servido para conocer a otros niños y aprender a convivir con ellos. "Se hace todo lo que es la gama para esta edad de niños para enseñarles comportamiento y disciplina todo ello desarrollado en la playa", explicó Antonio Plaza, concejal de Turismo y Deportes del Ayuntamiento de Tías.
Sobre las doce de la mañana llega la hora del baño. En cuestión de segundos los niños se lanzan al agua ya que con el intenso calor de estos días lo que más les apetece es darse un baño que les refresque. Siempre bajo la atenta mirada de las monitoras los chavales pasan un rato divertido en la orilla jugando con las olas. Tras el chapuzón es hora de comer el bocadillo que sus padres les han preparado para volver a coger fuerzas. Se trata de un rato de descanso a la sombra de las palmeras que hay en la zona. Con el estómago lleno pasan otro rato de juego. Finalmente, en torno a la una de la tarde un autobús los lleva de vuelta a su casa hasta el día siguiente. Sin duda, con esta gran actividad pasan una mañana divertida y sin aburrirse ni un sólo instante. Al tiempo esto les permite moverse durante la mañana para poder pasar las tardes con sus familias. Unos juegos de los que también se benefician algunos de los niños turistas que están en la playa y que con el permiso de las monitoras también se incorporan a estos juegos infantiles.
