Está desesperada. Ya no sabe a dónde acudir. Lo cuenta con lágrimas en los ojos y asegura que "ya no puede más". María Castro ya ha denunciado su situación tres veces, pero de momento no ha conseguido nada. Lleva tres años con una habitación de su vivienda, ubicada en la calle Calderón de la Barca, en Altavista (Arrecife), completamente inutilizada. La pared se ha ennegrecido desde 2.006 por la rotura de una tubería de su vecina, según relata. Sin culpa ninguna, María, de 85 años de edad, sufre las consecuencias de esta avería y reclama una indemnización para poder vivir en su propia casa.
La primera denuncia que presentó María Castro ante la Policía Local de Arrecife fue el 26 de diciembre de 2006. Esta mujer manifestó ante los agentes que una pérdida de agua que, "al parecer proviene de la vivienda anexa a la suya", estaba causándole daños en uno de sus dormitorios, según recoge la denuncia. Además, en este cuarto María tiene instalado un sistema de alarma de la Cruz Roja, dirigido a personas mayores que viven solas, que puede averiarse por la humedad.
En este documento se constata, además, que María había intentado constantemente media con su vecina, "pero no le hizo caso alguno". Por ello, solicitó ayuda al Consistorio de Arrecife. "No sé ni cuántas veces he ido al Ayuntamiento para hablar con la asistenta social. No sé cuántos paseos me he dado hasta allí para que me arreglaran mi situación. Es desesperante, nadie me ayuda", lamenta María.
Nuevo intento
Sin que la primera denuncia tuviera efecto, el 6 de febrero de 2.008, esta mujer volvió a recurrir a la Policía Local de Arrecife. Su habitación estaba cada vez peor y los problemas de humedades eran ya insoportables. Este segundo documento vuelve a recoger las quejas de esta anciana. "Desde hace cierto tiempo sufro humedades en mi vivienda a causa del mal estado de las cañerías de agua de la vecina, las cuales han provocada manchas y olor en la pared que une ambas viviendas. Me he vuelto a poner en contacto con la vecina para intentar arreglar el incidente pero hasta la fecha no he subsanado estas deficiencias", indica.
Esta segunda denuncia tampoco dio resultado. Pero pese a sus 85 años de edad no se rindió y hace unos días, el 1 de octubre, volvió a acudir al Ayuntamiento de Arrecife. "Quiero que alguien vaya a mirar la habitación y que tome otras medidas, porque se lo he dicho a mi vecina pero no hace caso", suplicaba al Consistorio desesperada.
De momento, no le han dado ninguna solución. Por ello, acude a La Voz para hacer público este problema, que lleva sufriendo tres años.