Seis contadores se estrenaron ante el público. Era el final de un taller de cuentos y el principio de un proyecto que pretende sembrar de historias los parques de Arrecife

Se ha plantado "El árbol de las palabras"

De los seis contadores de cuentos que nacieron aquella noche depende ahora que florezca "El árbol de las palabras". La semilla era de Sol Alterachs. Una conocida contadora de cuentos, residente ...

22 de marzo de 2008 (21:10 CET)
Se ha plantado El árbol de las palabras
Se ha plantado El árbol de las palabras

De los seis contadores de cuentos que nacieron aquella noche depende ahora que florezca "El árbol de las palabras".La semilla era de Sol Alterachs. Una conocida contadora de cuentos, residente en Lanzarote, pero nacida en Guinea. País donde ha crecido a la historia de los árboles y de las palabras. Cree que "las dos sirven para alimentar a la tierra y a los humanos".

Allí se amamantó de los narrares orales que se situaban bajo los árboles para esparcir sus relatos y ahora quiere trasplantar ese bosque de historias a los espacios públicos de la capital lanzaroteña porque aquí, dice, "los árboles no tienen vida alrededor".Por eso, cuando el Ayuntamiento de Arrecife se puso en contacto con ella para que asesorara un concurso de cuentos, en el marco del programa On/Off, les regaló el proyecto.

Y hace dos semanas, mientras los profesionales contadores participaban en el Festival de Narración Oral de Agüimes, en el Taller de Arterachs se estaban haciendo nuevos cuenteros.Aunque han sido pocas horas, "sólo cinco", para enseñar a contar. "Sólo he podido apuntalar, dar fuerza para que salgan a escena, y no influir mucho al contador que hay en cada uno", valora Sol Arterachs sobre el curso, convencida como está de que "hay tantos contadores como seres humanos". Pero hace falta más.

Porque si de algo ha servido el Taller para Sol, ha sido para poner de manifiesto la demanda de un curso más extenso de cuentacuentos. Hasta 20 inscripciones se registraron en el Ayuntamiento, aunque no todos se atrevieron a salir a escena y participar en el concurso que echaba el cierre al Taller. Ni siquiera muchos participantes, entre ellos la ganadora, Ana Lázaro Verde, estaban de acuerdo con que se evaluara a los participantes, que en su mayoría llegaron al parque para, simplemente, compartir una experiencia.

Durante los cinco días, los participantes del taller hicieron suyas las historias que representaron. En su mayoría creadas por ellos mismos. Sólo uno de los narradores y segundo finalista, José Arias, había contado antes en público. El resto se estrenaba, como el tercer finalista, Miguel Santana. Temblaron voces y alguna mano. Hubo suspiros y risas nerviosas. Era la primera vez. Pero todos consiguieron dar vida a las palabras debajo de los árboles, como pretendía la profesora.

Se ha sembrado una semilla. La semilla era de Sol, pero la ha regalado. "Ahora de ellos depende seguir con esta iniciativa".

LOS PROTAGONISTAS DEL CUENTO

José Arias Roldán, 34 años, imparte cursos de música y Tai Chi. Cuento: "El niño de colores": "Tengo cinco sobrinos y les he contado muchos cuentos, además, he trabajado en algo relacionado con los cuentos. Conocía a Sol, la profesora, que es muy buena contando. Aprendes mucho viendo a los demás. Hemos traído un cuentito cada uno y hemos estado depurándolo. Me gusta tanto escribirlos como contarlos".

Andrés Archiarete, 34 años, imparte cursos de percución: Cuento: "Incondicional": "El taller ha sido muy bonito. Había visto a la chica, SolArterachs, que imparte el curso contando y me encanta. Me llamó la atención. He aprendido a mirar más a la gente a los ojos, a expresarme con las manos, a moverme delante de mucha gente y solo, porque yo he estado en escenarios pero siempre acompañado".

Ana Lázaro Verde, 26 años, periodista ? Cuento: "El flautista de la gran urbe". "Me gusta el teatro. Lo abandoné a los 17 años y lo quería retomar un poquito y como cuentacuentos no había hecho nunca, me apunté al curso. La experiencia ha sido muy buena. Quería soltarme un poco y aprender a controlar mi cuerpo. Del taller, me quedo con la sensación de tranquilidad cuando cuentas una historia".

José Aldeguer, 34 años, cámara de televisión ? Cuento: "Durante una hora": "Me apunté porque me pareció algo muy interesante. He aprendido técnicas de relajación, a rechazar las cosas negativas. A entenderme con el cuerpo, ser capaz de expresar. Somos novatos, pero nos podríamos reunir entre nosotros para seguir contando. Es una posibilidad que nos gusta a todos".

Fede Figliano, 30 años, músico ? Cuento "El ángel gris": "Me llamó la atención el curso porque no he contado nunca. Mi fuerte es la música pero esto me gusta. He aprendido a moverme. Me han enseñado cómo pararse, cómo prepararse una historia y cosas que puedes hacer a la hora de contar. Como primer paso yo creo que está muy bien. Estoy nervioso pero bueno vamos a "tirar tierra".

Miguel Santana Hernández, 14 años, estudiante ? Cuento: "La bruja cuentacuentos": "Me apunté para aprender a expresarme en la asignatura de lengua y porque me gusta escribir libros y cuentos. He aprendido que hay que estar tranquilo y relajado, porque si estás nervioso se te olvida todo. Es la primera vez que actúo en público y estoy nervioso, claro. Pero creo que voy a continuar con esto".

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