Timplefonías, un musical con aires frescos y renovados creado por tres jóvenes músicos lanzaroteños conquistó al público que en la noche del pasado viernes acudió al teatro municipal de San Bartolomé.
Los noventa minutos de duración fue un constante cambio de ritmos e instrumentos, los cuales hacen del musical un auténtico espectáculo. Con una puesta en escena calificada por los entendidos como muy vanguardista, donde sin lugar a dudas, el timple es el principal protagonista al mismo tiemplo que cómplice con la guitarra mezclándose a su vez con la contra y su nuevo parentesco el timpleguita. Esta terminología parte de los propios músicos y según ellos este timple tiene tres cuerdas propias del mismo al que se le han añadido dos cuerdas de guitarra consiguiendo así unas tonalidades diferentes del timple primitivo.
Timplefonías abarca una muy cuidada selección musical, con algunas composiciones que ya forman parte de la antología universal y sin perder la raíz de procedencia, los creadores de este musical han conseguido con sus fusiones y ritmos unos resultados sorprendentes. Timplefonías es como una trenza que se entrelazando ritmos distintos. Según avanza el concierto, lo mismo se escuchan las notas de un tango entremezclado con unos aires de Lima o una bossa nova aparejarse con unas folías.
Según sus creadores Alexis Lemes, Adrián Niz y José Vicente Pérez, Timplefonías "no es un musical estático, ya que su constante movimiento de ritmos y composiciones musicales consiguen que el espectador repita porque en cada puesta en escena siempre se encontrará con nuevas incorporaciones". Prueba de ello fue la de la pasada noche en San Bartolomé, donde contaron con la colaboración especial de la cantante Beni Ferrer. Una voz con unos matices muy afinados que hacen que el público disfrute con cada una de sus canciones.
Llegado el momento de la despedida, el público entusiasmado y puesto en pie, les pidió que continuasen tocando petición que cumplieron con varios bises.