¿Cuál es la esencia de la I Bienal de Arquitectura, Arte y Paisaje?
Hemos deseado que los creadores trabajen en torno a la arquitectura, el arte y su relación con el paisaje. Digamos que estos partícipes han basado su reflexión artística en torno a temas tan relacionados con el día a día como la movilidad, la inmigración, el turismo devastador, el territorio, la sobrepoblación, los recursos naturales o la pérdida de la memoria colectiva. Los artistas que han trabajado en este territorio fragmentado, que son las islas, han querido que los contenidos de su obra guarden relación con estos temas. Y sus respuestas son esenciales para las Islas Canarias, pero también para otras partes del mundo, porque el discurso es común a otros territorios.
¿Cómo surgió esta iniciativa?
Surgió del Gobierno de Canarias, un feliz iniciativa, y muy oportuna. Es un momento adecuado, porque la conservación del medio ambiente es una preocupación planetaria. Esta reflexión guarda una relación con la calidad arquitectónica, con la ocupación del espacio, y con los recursos limitados. El artista es consciente porque hemos incorporado a la Bienal un amplio espectro de prácticas artísticas. Se convierte así en un arte público y los artistas han elegido espacios en las siete islas, existe una contextualidad que se relaciona con el arte crítico, la intervención y la acción directa.
Como directora de esta Bienal, ¿usted cree que estas obras remueven conciencias y despiertan el pensamiento crítico?
Efectivamente, por ejemplo, en el castillo de San Gabriel uno se encuentra con la obra de María Papadimitriou, que es sobrecogedora, con ese hotel construido a base de maderas de pateras. Creo que como dice Nietzsche, el Arte es la actividad fundamental de la vida. Nosotros hemos buscado el pensamiento creativo para remover conciencias. Es un deber de todos velar por la conservación de nuestro entorno.
En estos momentos, ¿qué futuro ve a esta Bienal?
Yo confío en que siga existiendo, como ya he dicho, creo que es una feliz iniciativa. Confío en la participación ciudadana. Y también confío en lo que se ha creado: nuevos circuitos para el arte, a los que el ciudadano puede acceder. En general nos mantenemos muy alejados de nuestros artistas coetáneos, y es necesario abrir espacios para la cultura, nuevos recorridos para el pensamiento creativo.
Me gustaría que realizara una breve reseña de cada una de las obras que se pueden visitar en Lanzarote
Comenzando por María Papadimitrou, ella ha querido intervenir en la conciencia social a través de esta obra: "Hotel Plug Inn", apuesta por los valores de transformación del arte, por la capacidad que el arte tiene de intervenir en esta conciencia social, no quiere que se ignore lo que está sucediendo a su alrededor, y lucha contra esa miopía compulsiva. Su obra quiere recordar a estas personas que han sufrido, que han fallecido en el mar, y quiere incidir en la conciencia colectiva. Ha creado grandes esculturas, con un colorido extraordinario. Por otra parte, los manteles de Mateo Maté son fragmentos de una cartografía de lo real que se materializa en soportes diversos. Habla del espacio doméstico, de aquello que configura el paisaje social. Nuestra casa es nuestro país, nuestro Estado. Por último, Ángel Marcos, con "La mar negra", ha producido una intervención específica para el castillo de Santa Bárbara. Es un proyecto que reflexiona en torno a la inmigración y su relación directa con el entorno. Confronta el lugar como origen de inmigrantes con su transformación. Parte de texto concretos que ha encontrado en el Museo del Emigrante Canario, y a partir de ahí formula ciertos interrogantes en torno a las razones que impulsan a los individuos a abandonar sus países en busca de una vida mejor. Su compromiso está tanto en lo social como en el paisaje, dialoga con los elementos propios de la Bienal.
Precisamente la inmigración es un tema recurrente en esta I Bienal
Es un tema muy delicado, y como tal, ha interesado vivamente a muchos artistas. Quizá por la tragedia que suponen estas migraciones, la pérdida de vidas, el anonimato de estas personas? El trabajo de Ángel Marcos gira en torno de estas personas sin nombre, sin datos, como si fueran almas perdidas.
¿Cree que estas obras emocionan al espectador y le hacen reflexionar?
Claro que sí, de momento no vemos soluciones a corto plazo. Eso es lo que parece trágico, que en economías boyantes como la nuestra no encontremos forma de ayudar, porque la solución no está solo en nosotros mismos sino en la comunidad internacional. También los españoles hemos emigrado mucho.
¿Qué otros alicientes tiene esta I Bienal de Arquitectura, Arte y Paisaje?
Hay que valorar la arquitectura, recordar que también hay seminarios, como los denominados "Islas Móviles", o encuentros, como el "Laboratorio fronteriz"o en Gran Canaria, los "Cuatro observatorios de la energía" en La Palma, "Proyectar el paisaje", una intervención muy interesante, o "Especies de espacios", en Lanzarote, donde hay distintos arquitectos encabezados por el artista Juan Gopar, que ofrece la posibilidad de intervenir en todo el litoral canario con espacios seleccionados. Es un proyecto que ha interesado a arquitectos de talento en el conjunto de las islas. Ellos intervendrán en unos espacios estéticos que se construirán a lo largo del 2007, y dotarán al litoral de distintos servicios. Es una gran idea que a mí me ha interesado desde el primer día que me la planteó Juan Gopar.
La Bienal en Lanzarote
"Hotel Plug Inn"
Un lugar construido con lo que la realidad destruye día a día. Un "hotel" cimentado a base de pedazos de pateras, retazos de mantas, botellas vacías. Deshechos localizados alrededor de cayucos abandonados, en los que cientos de personas viajan buscando un mundo mejor. Es la obra de María Papadimitrou (Atenas, 1957), una arquitecta de voluntades. La artista griega ha esparcido sus "hoteles" por varios países, dentro del proyecto T. A. M. A. (Museo Autónomo Temporal para Todos), donde ha recreado un mundo en torno a la inmigración, el sufrimiento, y sobre todo, la capacidad de resistencia del hombre y la mujer. El Hotel Plug Inn es una de sus obras principales. Inmerso en el marco del Castillo de San Gabriel, invita al visitante a adentrarse, a través de objetos procedentes de pateras, en una realidad que sólo conocemos desde fuera.
"La mar negra"
El Museo del Emigrante se Convierte en el punto de encuentro entre dos realidades anacrónicas. El pasado se ve reflejado en el interior del castillo: Canarias, tierra de emigrantes. De forma paralela, Ángel Marcos (Valladolid, 1955) realiza una propuesta artística donde refleja la catástrofe de la inmigración. Miles de rostros que cada día se embarcan rumbo a una vida mejor. Rostros anónimos que buscan en las Islas el paraíso que un día alguien les prometió.
"Nacionalismo doméstico"
Objetos del día a día. Banderas de uno mismo. Mateo Maté (Madrid, 1964) juega con la cotidianeidad. En plena Avenida Marítima realiza una intervención con la que intenta introducir al individuo en su propio espacio. El artista confunde las fronteras de lo privado. Extrapola las pequeñas hazañas a lo general, a los grandes actos.