Cruz Roja Española, con el apoyo del Comité Internacional de Cruz Roja en París (CICR) y la Dirección General de Atención Humanitaria e Inclusión Social de la Inmigración del Gobierno de España, está desarrollando una aplicación de reconocimiento facial con el fin de aumentar las localizaciones de personas desaparecidas en la ruta migratoria hacia las costas del mediterráneo y de Canarias.
Según ha explicado este lunes a EFE la técnica del proyecto Migrantes Desaparecidos de Cruz Roja en Canarias, Silvia Cruz Orán, la iniciativa se encuentra en fase de desarrollo y se espera su puesta en marcha antes de finalizar el año.
La herramienta ayudará especialmente a la hora de identificar a las personas fallecidas, y es que sólo el 13 % de los cadáveres de las rutas migratorias son recuperados, y, por tanto, fichados, según ha especificado la entidad en un comunicado.
Los registros más recientes, que se llevan a cabo por el Servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar de Cruz Roja, han contabilizado durante el último año, tanto para la ruta mediterránea como canaria, 537 personas desaparecidas, de las que 203 han sido localizadas.
En el caso concreto de la ruta atlántica, se cifra en 283 las personas que han desaparecido, mientras que son solo siete los migrantes encontrados hasta la fecha por el servicio de búsqueda de la entidad humanitaria.
"Hay que tener en cuenta que este dato es a la baja, con seguridad hay más, y sale de los testimonios de los supervivientes que a su llegada nos cuentan que hay personas que han quedado en el mar, así como de las familias que nos contactan y cuyos familiares no han llegado", ha aclarado Silvia Cruz.
Con 61 solicitudes de búsqueda en Canarias, 15 respuestas parciales tramitadas y 26 desapariciones tramitadas, la técnica en migraciones ha asegurado que "el resto de casos los están tramitando en la actualidad".
Ante la tragedia humanitaria, la aplicación en la que Cruz Roja Española trabaja pretende mejorar el rastro de las personas desaparecidas en las rutas migratorias mediante el reconocimiento de su apariencia facial.
En concreto, a través de tres procesos de identificación: uno, con dos fotos actuales; el segundo, mediante el contraste de una imagen reciente con otras más antiguas, y el último, con la verificación de fotografías de familiares directos.
Conforme ha indicado Cruz Roja, todas las imágenes se cotejarían principalmente con las bases de datos que maneja el servicio, con casos en todo el mundo, así como con cualquier otra información abierta en internet (redes sociales, páginas webs) o servicios para personas desaparecidas.
Casos contemplados
De acuerdo a las cifras que maneja Cruz Roja Española, cerca del 90 % de los casos de desapariciones que investiga la entidad tienen que ver con migraciones internacionales.
La institución calcula la probabilidad de supervivencia con herramientas digitales, información de terceros y análisis de las “redes complejas” y tanto el registro de posibles nombres como las fotografías de los migrantes, son de valor añadido en el proceso de estudio, según aprecia la organización internacional.
Y detalla que en el caso de migraciones y desapariciones en el mar mediterráneo y el Atlántico, se plantean tres tipos de casos: que la embarcación saliera, pero no llegara a la costa de destino; que la embarcación llegue con personas fallecidas, o que en la embarcación hayan fallecido personas pero que sus cuerpos hayan desaparecido en el mar.
En el primero de los supuestos, cuando se identifica una embarcación que partió de un punto en una fecha determinada pero que no ha llegado a costa, las herramientas técnicas son utilizadas para corroborar la información recopilada (llamadas y solicitudes de búsqueda de los familiares), lo que conduce a la construcción de los hechos.
En las embarcaciones que llegan a las costas con personas desaparecidas, los testimonios de los propios supervivientes y las noticias o publicaciones en redes sociales se suman a este análisis.
En el caso de que la embarcación llegue con personas fallecidas, la institución añade que los datos se comparan con las solicitudes de búsqueda abiertas tras identificar los cuerpos, en coordinación con el Instituto de Medicina Legal y los juzgados, o contrastar la identidad del migrante con los supervivientes, además de acompañar a los familiares de los desaparecidos.
