Jerry González intentó dejarse llevar por el calor del público, al que obsequió con sus improvisaciones, a pesar de no estar conforme con el sonido del recinto, en el Teatro de San Bartolomé

Público entregado y sonido mediocre para el rey del jazz

"Buenas noches, ¡vamos a gozar!". Así comenzaba el pasado viernes el concierto que el rey del jazz latino, Jerry González, protagonizaba en el Teatro Municipal de San Bartolomé. Con un sonido que dejó bastante ...

25 de abril de 2006 (17:51 CET)
Público entregado y sonido mediocre para el rey del jazz
Público entregado y sonido mediocre para el rey del jazz

"Buenas noches, ¡vamos a gozar!". Así comenzaba el pasado viernes el concierto que el rey del jazz latino, Jerry González, protagonizaba en el Teatro Municipal de San Bartolomé. Con un sonido que dejó bastante que desear, el trompetista y percusionista no llegó a sentirse cómodo en el escenario, a pesar de que al público no le costó entregarse a sus improvisaciones.

Acompañado por un piano, un bajo y una batería, Jerry González alternó trompeta y percusiones. Sin embargo, el neoyorquino tuvo que ayudarse de baquetas para tocar las congas, debido a las deficiencias de sonido. Así quedaba deslucida la virtuosidad del músico, aunque sobre el escenario, en todo momento se demostró la calidad de la banda.

Al término del concierto, un seguidor se acercó hasta el escenario para pedir una firma a Jerry González, quien no dudó en responder. El público, ávido de buena música, continuó esperando la reaparición de la banda, que no se hizo esperar, no sin antes revisar el sonido.

En la recta final, los músicos cambiaron de instrumentos, centrándose en la percusión y poniendo a todo el teatro en pie. Hubo incluso quien se animó a subir al escenario al son de la rumba. Al final, los espectadores quedaron con buen sabor de boca en un concierto en el que el propio Jerry González pidió más calidad de sonido.

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