Mujeres. Son pocas pero llenan la pequeña sala de espera. Alguna ojea una revista, otra charla a media voz con su madre y una tercera mira muy seria hacia el techo. Ausentes los fríos asientos de cualquier sala de Hospital, cálidos sofás ocupan su lugar, preludio del trato que las pacientes se van a encontrar al otro lado de la puerta, donde espera parte del equipo del Centro de Planificación Familiar de Lanzarote. En la consultaabarrotada de carteles que instan a practicar sexo seguro y entre folletos informativos sobre salud y métodos anticonceptivos, atienden cada mañana de lunes a viernes el doctor Orlando Saporiti y la auxiliar Encarna Luis.
Aunque la misión del Centro es principalmente el asesoramiento y, a veces también, la provisión en materia de anticonceptivos, el de Planificación Familiar no es un servicio enfocado exclusivamente a informar a los jóvenes. Son muchas las mujeres de todas las edades que acuden a esta consulta para realizarse test de embarazo o revisiones ginecológicas, que incluyen citologías y ecografías. "Tenemos pacientes incluso de 85 años que vienen por otros problemas claro", explica el ginecólogo, "además la consulta es totalmente gratuita para jóvenes de hasta 25 años y también para mujeres que superan los 65 años de edad".
Lo cierto es que la gran mayoría de las mujeres que pasan por esta consulta no superan los veinte años de edad y muchas de ellas acuden, sin necesidad de cita previa, en busca de la píldora postcoital, un método de emergencia que cada vez más, se está convirtiendo en un método habitual de anticoncepción para las jóvenes, según han detectado los sanitarios de Planificación Familiar en el transcurso del último año y medio. "Esta mayor demanda puede estar motivada por un lado por algún descuido al no usar método anticonceptivo y por otro lado, la gratuidad de la píldora para chicas menores de 25 años", explica el doctor Saporiti, quién apunta que cada vez más jóvenes conocen el Centro de Planificación y por tanto acuden más a su consulta.
Durante el año 2005 administraron 277 píldoras postcoitales a chicas que se acercaron al Centro solicitándola, de las cuales, 130 hacían uso de este método por segunda o tercera vez. "Más del 80% de los casos se producen porque falla el método que estuvieran utilizando, sobre todo preservativos" explica el ginecólogo, "aunque realmente no falla en tantos casos, es demasiada casualidad" apunta la auxiliar Encarna.
Para evitar que la utilización de este tipo de métodos anticonceptivos de emergencia se convierta en el pan nuestro de cada día, los sanitarios de Planificación Familiar llevan a cabo durante todo el curso una labor educativa y de concienciación en todos los institutos de secundaria de Lanzarote. Rita Bianconi es psicóloga y se dedica a acudir a las clases de los alumnos de 2º de ESO de la isla para darles información a través de juegos y promoviendo la participación de los chicos, que rondan los 13 y 14 años de edad.
De esta forma, la psicóloga intenta inculcarles que deben elegir un método anticonceptivo antes de que empiecen a tener relaciones y cuando llegue ese momento, "lo tengan decidido, porque en el momento más apasionado de una pareja, no van a ir a comprarlo y entonces, pueden cometer errores", asegura el ginecólogo. Pero en los últimos años,según explica Encarna Luis, "a veces llegamos tarde porque se inician antes de lo previsto en las relaciones sexuales".
Los sanitarios creen que la familia también juega un papel importante en la educación sexual de sus hijos. Cada día se enfrentan a situaciones en las que perciben que en general, no se da ese diálogo entre padres e hijos o no se hace como debiera, porque a veces "viene la madre que sí habla con su hija, pero con todo, vienen en estado", asegura el ginecólogo, "los chicos están hartos de que les hablen de anticonceptivos, pero es necesario porque deben tomar conciencia de su importancia y eso, es lo que más cuesta".
El equipo de cuatro personas que trabaja en Planificación Familiar lo completa la psicóloga Luisa Parrilla que cada jueves, junto con Encarna Luis, se encarga de "La Tarde Joven". De cuatro a seis de la tarde, Luisa Parrilla recibe en su consulta a chicos y chicas que no sólo buscan asesoramiento sobre métodos anticonceptivos, sino también una respuesta a otras dudas más personales sobre su propia sexualidad.
El momento más difícil
Los lunes por la mañana junto con los días posteriores a festivos, son los más concurridos en la consulta de Planificación Familiar. Al menos una decena de jóvenes de entre 14 y 19 años en su mayoría, visita el Centro ante el temor de un posible embarazo. No necesitan cita previa. Algunas acompañadas por sus madres, sus parejas o amigas. Otras lo hacen solas. En sus casas no saben nada y en la consulta se respeta el derecho de estas jóvenes a su intimidad. Pero lo cierto es que hay casos excepcionales en los que esta confidencialidad no es posible.
Al menos una vez a la semana llega a la consulta una joven menor de edad embarazada. En esos casos sus padres deben conocer la noticia y aunque los sanitarios intentan que sea la propia joven la que lo cuente en casa, hay ocasiones en las que se ven obligados a hacerlo ellos mismos. "Es violento llamar a esos padres y decirle 'venga porque tenemos que hablar de algo que le pasa a su hija'" explica el ginecólogo, "nos encontramos con todo tipo de reacciones: madres que apoyan y madres que se enojan".
Es en esos momentos cuando además de su experiencia profesional, aportan otros aspectos al Centro de Planificación Familiar. Como apunta el doctor Saporiti, "nuestra responsabilidad es escuchar, comprender y contener, porque aldecirle a una chiquita de 14 años que está embaraza, es normal que tenga su momento de llanto".
Desde ese momento su labor es informar de las posibilidades de que dispone la mujer embarazada, entre las que se encuentra la interrupción de la gestación. Durante el año 2005 acudieron a la consulta 116 mujeres embarazadas, de las que 88 decidieron no seguir adelante. Por su experiencia profesional saben que no es una decisión fácil y procuran no hacerlo más complicado evitando que la mujer que decide interrumpir su embarazo vea la ecografía y la foto del embrión, "nos parece mejor tratar de no enseñarles imágenes que después quedan grabadas".
[La mayoría de mujeres que abortan son adultas y tienen una vida estable->10116]