Título: Isla, verano y radio
Autor: Antonio Fernández Casanova
"En mi Isla, un día de asueto, me voy a la playa, en verano. Me llevo mi radio, con auriculares, escucho y solo se habla de economía y de la prima de riesgo. En el ambiente no notas preocupación, por lo que pueda pasar. En mi mente tengo los años 40. Nos cortan tanto, cualquier día no vamos a tener ni pies ni cabeza. Queda el espíritu mutilado. Ahora ya todo nos da igual. Las familias que no tengan pan para llevar a la boca, nada que perder, se echarán a la calle. Veremos qué ocurre. Después, ¿la culpa será de quién?
Título: El taburete de mi abuela
Autora: Rebeca RqueR
"Lo hizo mi abuelo para que se sentaraen el patio.
La recuerdo allí cosiendo, mientras mis hermanos y yo jugábamos.
En veranoregreso a la isla.
Algunas noches, me siento en el mismo patio. Allí decidí reparar el taburete.
Pasé muchas tardes estivales, sin más compañía que la radio, entre sudor y recuerdos, hasta que lo terminé.
Ahora estáen el patio, justo donde ella se sentaba.
Encima puse una maceta con un rosal; ayer brotó una rosa amarilla.
¡Perfecto!
Al fin y al cabo, ese taburete siempre lo ocupó una flor".
Título: Me gustaría
Autora: Moe
"Me gustaría regalar sonrisas casa por casa. Hacer que todos vean el vaso medio lleno. Regar de felicidad cada pueblo de Lanzarote y saber que todos, mantenemos la esperanza. Contagiar la ilusión de que estos malos tiempos son solo el resultado de dos o tres que han jugado mal la partida, y que entre todos podemos cambiar la realidad. Me gustaría bailar cada canción que ponen en la radio, contemplar el volcán como si fuese la primera vez. Vivir como si de un verano adolescente se tratara y pasear por mi Isla orgullosa de ser conejera.
Me gustaría ...".
Título: Sin título
Autor: Ignacio Pacheco Cabrera
"Estaba sentada en la playa, aplastada bajo el tórrido calor de un día de verano, escuchando como los rayos del sol penetraban la serena e impoluta superficie de un mar claro y limpio, tanto como las intenciones de un bebé. Sin apenas levantar la cabeza podía ver el fondo arenoso sembrado de algas verdes, desparramadas entre la quietud de una marea sin corrientes. Era como si todo se hubiera detenido. Observaba con absoluta claridad la isla vecina, cuando se interpuso un velero cargado de turistas y la radio a todo volumen? me levanté y me metí entera debajo del agua".
Título: Sin título
Autor: Ignacio Pacheco Cabrera
"Fue una verdadera noche de verano, ¡completa! Estuvimos en todos los bares de la isla, hasta terminar en Lemon. Mi chica seguía preocupada por la pérdida de un pendiente. Quiso hasta poner un anuncio en la radio.
-¡Ah! No te preocupes tanto. Seguro que está en el coche.
Nada más ver la botella de cerveza quise ir al baño. Al empezar a orinar oí: clin clin... El ruido lo había hecho el pendiente.
-Cariño, será mejor que lo olvides. De verdad, hemos estado en tantos sitios que no creo quelo encontremos. Luego te acompaño a por un par nuevo".
Título: La solitaria
Autor: Rafael Simón Sanabria
"Eran los años 70, en la isla, llegaba el verano y escuchaba en la radio un programa cultural. Solicitaban que los oyentes hicieran alguna pregunta sobre algún tema escolar. Llamó un niño preguntando por el origen del Calendario, y sin dudarlo lo consulté en una enciclopedia, llamé y les dije la respuesta. Al día siguiente el director de mi colegio me pidió que contase mi experiencia ante un nutrido número de alumnos. Al día siguiente llamé al programa y les propuse la pregunta: ¿qué es la solitaria? El hombre se alarmó y me preguntó de qué hospital estaba llamando".
Título: El hombre al que se le rompió el saco
Autor: Pedro Villa García
"Había una vez, un hombre que tenía un saco muy muy grande, bonito y caro. Era tan bonito que a toda la gente le gustaba y el hombre presumía mucho de él. Pero el hombre era tan tan avaricioso que le gustaba mucho robar monedas de oro para hacerse muy rico, hasta que un día llenó tanto el saco que de camino a casa se le rompió sin darse cuenta. Cuando llegó a casa se dio cuenta que se había quedado sin monedas y se le había roto su precioso saco".
Título: Sin título
Autora: Indira Luzardo
"Desperté en una mañana de verano cualquiera, sin embargo presentía que aquel no era o no sería un día cualquiera. Sonaba la radio como de costumbre, y, al ritmo de la música que de ella emanaba, me preparé tan rápido como pude para bajar a correr a la orilla de playa. Tenía unas ganas inmensas de sentir la fresca brisa golpeando mi cara. Al regresar a casa comprendí por qué aquel día empezó siendo diferente a los demás: hacía muchísimo tiempo que no valoraba la belleza que tiene nuestra isla de Lanzarote desde que amanece".
Título: Más que un amor de verano
Autora: Indira Luzardo
"Corría allá por el verano del ochenta y cuatro cuando comenzó todo. La conocí siendo adolescente, ambos jugábamos con las olas y disfrutábamos de cada uno de los minutos que nos brindaba aquel caluroso mes de julio. Intercambiábamos miradas y sonrisas inocentes, pero jamás llegamos a pensar que eso nos llevaría a pasar juntos el resto de nuestras vidas. Lo entendíamos más bien como el típico amor de verano que duraba tres semanas. Y hoy, veintiocho años después, la sigo queriendo como aquella tarde que fue amenizada por la radio del quiosco".
Título: Sin título
Autora: Isaura
"Estoy en la cola del supermercado esperando a que llegue mi turno. Ando algo distraída. De repente, la realidad que me rodea parece confluir hacia un único punto: la emisora de una radio, donde su locutora irrumpe anunciando que en breves momentos se procederá al sorteo de un viaje para dos personas a las Islas del Caribe. Ya me veo llegando a casa y sacando las maletas. Corriendo de un lado a otro, organizando qué ropa y enseres me voy a llevar. Llamando amigos, contándoles la suerte de ganarme esas merecidas vacaciones de verano... ¡Oiga! Señora, ¿va a comprar algo?".
Título: Sin título
Autora: Isaura
"Soñé que me iba a otro lugar, a una extensión más allá de las fronteras. Imaginé una isla, en medio del océano, y en su centro una sola palmera, emergiendo esbelta hacia lo más alto, como un mástil de un barco. Desde la proa, sentía como mi cuerpo se mecía al compás de las olas. Un banco de peces se acercó a la orilla. Otros más grandes saltaban, de un lado a otro, haciendo hermosas piruetas. El calor del verano abrazaba cada poro de mi piel y solo la voz proveniente de la radio, me hizo regresar a la rutina".
Título: Paraísos
Autora: Elsa Hernández
"La llegada del verano siempre hace que afloren mis recuerdos de niñez, esos recuerdos que siguen muy presentes en mi. Aquellas largas tardes de verano en las cuales combatíamos el calor como podíamos, unas veces en la playa, eso si... cuando se podía; pero muchas tardes las pasábamos escuchando la radio. Esas canciones de la época que sonaban a todas horas y que hacía que en mi mente viajase a paraísos de ensueño y fuese la protagonista de la historia por unos instantes antes de volver a la realidad".
Título: La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida
Autor: Vicente Alonso Hernández
"Rasurado por cuchilla con más muescas que la barra de un bar, recorría la isla en su coche mientras el sol asfixiante de aquel verano golpeaba su cara a través de la ventana de su Opel. Sin apenas haber digerido su presente masticaba ya su destino que sin duda alguna será peor que la última vez. Angustiado por el desenlace de su futuro encuentro desbrochaba otro botón de su camisa mientras sonaba en su vieja radio: 'La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida'".
Título: Los enamorados
Autora: Cristina Rivera Condés
"Llegué a Lanzarote un domingo 14 de febrero después de más de treinta y seis horas de navegación. Era de noche y, desde cubierta, Arrecife se mostraba como una hilera de diminutas luces tiritando en la oscuridad. Mi padre no podía contener su dolor; lloraba en silencio; como se llora cuando no se quiere llorar. Hacía ya más de tres días que dejamos Madrid. "Radio Lanzarote: verano de actualidad", sonaba la caseta del guarda de seguridad del puerto mientras mi padre y yo, solos, desembarcábamos con el coche rumbo a nuestra nueva vida en esta hermosa Isla".
Título: Yurena
Autor: Pablo Luis GH
"Apagué la radio.
La luna llena se elevaba sobre la isla y me acordé de aquella chica. La pedí que la buscase, que transportase una minúscula parte de mí a sus sentidos. La Luna me reconoció, recordaba aquella noche de verano que la esperábamos pero no vino. Ahora la Luna misma era quien tenía curiosidad por conocerla, sentía celos por sufrir mi desinterés hablándola solamente de ella, por hacerla entender que, aunque bella y hermosa, solamente era Luna, un minúsculo astro en la inmensidad del Universo. Y entonces fue cuando comprendió que el Universo era Yurena".
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