El lunes 21 de noviembre pasará a la historia por muchos acontecimientos. Uno ha sido la visita de sus Majestades los Reyes de España a Lanzarote coincidiendo con los treinta años que Don Juan Carlos cumple al frente de la Jefatura del Estado. Otro, mucho más triste, ha sido el fallecimiento del padre de la presidenta del Cabildo, Inés Rojas de León. Domingo Rojas Rocío fue despedido este martes en Soo rodeado de un sinfín de personas que quisieron darle el último adiós, siendo uno de los entierros más multitudinarios de los que se recuerdan. Con absoluta entereza, tanto Inés Rojas como sus hermanos fueron recibiendo todas las muestras de afecto y cariño de un pueblo que se ha volcado para apoyar a cuatro hermanos que han pasado un año muy duro, después del fallecimiento del padre y de la madre.
Don Domingo Rojas Rocío fallecía a los 76 años de edad en el Hospital Insular de Arrecife, donde estaba ingresado aquejado de una enfermedad. Este hombre de bien, nacido en Soo, era tremendamente querido por todo el mundo, especialmente por sus hijos. Don Domingo fue de esos hombres del Lanzarote de antes, hechos con la pasta que únicamente pueden imprimir a personas especiales los volcanes, el viento y el mar.
Inmediatamente se fueron sucediendo las muestras de condolencia. Multitud de personas se desplazaron hasta el improvisado tanatorio para saludar a una desconsolada Inés Rojas y a sus tres hermanos varones.
Desde primeras horas de la mañana del martes se determinó la suspensión de todos los actos oficiales previstos por el Cabildo. Partidos políticos y trabajadores trasladaron a la presidenta su dolor.
Por otro lado, los Reyes, que esta mañana estaban todavía en La Mareta, dieron su pésame a la presidenta a través del teléfono. De hecho, fue la Reina Doña Sofía la que habló personalmente con Inés Rojas, con quien había tenido la oportunidad de charlar largo y tendido el día anterior.
Desde aquí, como ya hicimos antes, queremos expresar nuestro más sentido pésame a Inés Rojas y al resto de su familia, pésame especialmente dirigido también a su hermano Serapio, con quien nos une una gran amistad y un lazo enorme de colaboración. Es el sentimiento tanto de este diario como de los compañeros que trabajan en Radio Lanzarote y en Lanzarote Televisión.
