LAS FIESTAS SE DESARROLLARÁN HASTA EL 3 DE FEBRERO

Mela, la del pan, llenó de vivencias la iglesia de La Candelaria

Tías inicia sus fiestas patronales con el pregón a cargo de la Cirila Manuela Díaz Caraballo...Vea la galería de fotos

25 de enero de 2015 (10:15 CET)
Mela, la del pan, llenó de vivencias la iglesia de La Candelaria
Mela, la del pan, llenó de vivencias la iglesia de La Candelaria

Fotos: Sergio Betancort

Tías, el municipio más turístico de Lanzarote, está desde la noche del 22 de enero de fiestas. Las celebra en honor ala Virgen de la Candelaria y San Blas. Hasta el próximo día 3 de febrero se estarán organizado cada día muchas actividades culturales, deportivas o de entretenimiento. Los vecinos de Tías aguardan cada año la llegada de estas fechas para celebrar a su patrona, una festividad dedicada a la Virgen dela Candelaria, justamente 40 días después del nacimiento de Jesús.

El interior de la iglesia de La Candelaria, uno de los bellos monumentos de Tías, se llenó anoche de vecinos  PATRA asistir a la  lectura del pregón a cargo de Cirila Manuela Díaz Caraballo, conocida por Mela la del Pan. Una vecina nacida en Tías y a  punto de cumplir sesenta años, donde la mitad los lleva trabajando como dependienta en la Panadería San Antonio. De ahí que a Mela la conozca casi todo el pueblo y ella sepa casi todo de todos por su cercanía y sonrisa diaria que brindaba cada mañana al ir a buscar el pan a esta industria muy ligada a la historia de Tías.

El alcalde de Tías, Pancho Hernández, que estaba acompañado por el teniente de alcalde y concejal de Cultura Mame Fernández, y el edil de Fiestas y Deportes, Francisco Javier Aparicio Betancort, presentó a la pregonera de quien glosó su gran vinculación con Tías, con la cultura y las tradiciones. Mela ha sido una de las integrantes de  la  Agrupación Folclórica San Antonio y también de la Escuela de Música, en donde estudió por su pasión a la canción y los festivales de música donde llegó a lograr varios premios.

"Nuestro barrio, no era lo que se conoce ahora, apenas había una veintena de casas diseminadas, con sus tierras alrededor. Todos los vecinos nos conocíamos, eran muy unidos y se ayudaban unos a otros, especialmente en las labores del campo como plantar cebollino, arrancar la cebada, trillar, etc, y hasta se prestaban los animales cada vez que los necesitaba un vecino "dijo Cirila Manuela en su intervención. Durante su narración tuvo recuerdos para su padre, señor Marcial, a quién dedicó su pregón.

Mela añadió " Los chinijos de mi época ayudábamos con los animales y la agricultura, hacíamos lo que podíamos. También íbamos a vendimiar, coger fruta y moras; recuerdo que un día me llevó mi hermano Pepe en la bicicleta con una caldera a coger moras, pero como el camino de la Vega estaba tan mal, al llegar a casa, las moras se habían convertido en puré", logrando las carcajadas entre muchos asistentes al acto que llenaron la iglesia de La Candelaria.

La pregonera de las fiestas de Tías resaltó " Nuestra Iglesia de La Candelaria, y digo "nuestra", porque así la siento, porque en ella transcurrió la mayor parte de mi niñez y de todos los chinijos y chinijas del barrio. Desde que tengo uso de razón, recuerdo viniendo a misa todos los domingos a las doce.La plaza no era así, pues la han reformado varias veces, era de arena y piedras, que cada vez que llovía había que coger palas y sachos para dejarla en condiciones de nuevo. Aquí jugábamos y nos parecía bonita y grandísima.

El día de la Virgen de La Candelaria era lo más importante para nosotras, había función religiosa y procesión con todos los sacerdotes de toda la isla. Venía gente de todos los pueblos, incluso a cumplir promesas entrando de rodillas desde la puerta hasta el altar. Y el día de San Blas también era festivo y había de nuevo procesión y nos entregaban un cordoncito a todos que nos colgábamos al cuello, decían que era para protegernos de la garganta ya que era su patrón.

Esta era la fiesta, ya que en esa época no se hacían verbenas en la plaza, además, los curas no permitían que hubiera bailes si se hacía función religiosa, pasados unos años se comenzaron a realizar verbenas en la plaza, esto era una gran novedad.

En las casas, era el día grande para las familias, se hacían las mejores comidas, se mataban los animales que cada una podía: el cochino, la cabra, el gallo…y se invitaba a los familiares y amigos de fuera del pueblo.

Era casi el único día del año que estrenábamos zapatos y vestidos, que nos cosía una costurera, pues se compraba la tela ya que no había tiendas con la ropa hecha, y ¡que presumidas nos poníamos!

Mi niñez está ligada a la iglesia de La Candelaria y a su plaza, pues para mi y mis amigas era nuestro centro de reuniones y diversión. Llegábamos pronto a misa para hablar, y luego al salir también nos quedábamos en la puerta.

Al terminar la misa, el cura don José Quintero, nos rifaba varias entradas para el cine, que en aquél entonces estaba en el Morro, era nuestro mayor entretenimiento, y ¡Qué bonitas nos parecía las películas de Marisol, Joselito, Manolo Escobar… fue nuestro primer cine en Tías.

Esta Iglesia, se puede decir que era el mejor teatro del pueblo, pues todo el año tenía actos", dijo entre los aplausos de sus vecinos y amigos.  El acto finalizó con una actuación musical de la CoralMarina, de Puerto del Carmen.

 

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