Orlando tiene 31 años, sufre una grave minusvalía y vive a caballo entre su residencia en La Graciosa, el Hospital General y el Hospital Insular, mientras él y su familia esperan que se le asigne una plaza en un centro donde puedan darle los conti

"Me tienen como una pelota de un lado para otro"

"Me tienen como una pelota de un lado para otro", le dice Orlando Guadalupe a su madre, Andrea. Así resume su difícil situación este joven de 31 años que ...

13 de febrero de 2008 (20:37 CET)
Me tienen como una pelota de un lado para otro
Me tienen como una pelota de un lado para otro

>"Me tienen como una pelota de un lado para otro", le dice Orlando Guadalupe a su madre, Andrea. Así resume su difícil situación este joven de 31 años que vive en La Graciosa. Andrea explica que su hijo sufre parálisis cerebral y hace dos años, tras sufrir un ataque de epilepsia, su estado se agravó, por lo quecontinuamente tiene que visitar Lanzarote para acudir al Hospital General.

La última vez fue este martes, 12 de febrero, cuando tuvo que ser ingresado en Urgencias debido a las flemas que le asfixiaban. Según la familia, tras estar padeciendo durante todo el día, a última hora de la tarde, el médico de La Graciosa , les comunicó que debían trasladar a Orlando a Arrecife. Y ahí empiezan las primeras quejas de la familia, ya que entre otras cosas sostienen que el doctor de la octava isla no atiende como debiera al joven.

Pero lo peor es que cada vez que la salud de Orlando se resiente, deben trasladarse a Lanzarote, con el problema que eso entraña tanto para el joven como para su familia. Después, de vuelta a La Graciosa. Como este miércoles,cuando pasadas las cuatro de la tarde, Orlando y su madre salían en ambulancia del Hospital para volver a casa, aunque sabiendo que pronto tendrán que regresar.

La principal preocupación de la familiaes buscar un centro adecuado para Orlando, ya que necesita cuidados especiales. Orlando escribe en su ordenador poesías y tiene un artículo publicado en el blog de Jesús Manuel Paez, explicando los sentimientos que encierra. Ahí señala que le gustaría ingresar en el Hospital Insular, en el que yaha estado, para que le presten atención suficiente y le "enseñen técnicas para superar" su situación.

Sin embargo, Andrea señala que aunque hace poco estuvo ingresado cuatro meses en el Hospital Insular, acabaron trasladándolo a casa una vez que consideraron que podía volver a a su domicilio y argumentando que aquello es un geriátrico. Por su parte, María José Costa, la directora del área de Salud de Lanzarote, afirma que Orlando está a la espera de disponer de una plaza en un centro socio-sanitario de Las Palmas, que es el tipo de instalación que necesita y que en Lanzarote no existe.

Y mientras tanto, este chico que hasta primeros de este mes vendía cupones de la ONCE en La Graciosa, tendrá que seguir esperando hasta que se libre una plaza y corra la lista de espera en el centro en el que, al menos, le podrían dar la atención que precisa.

LO MAS LEÍDO