El II Congreso Internacional de Arquitectura se cierra con varias propuestas para la Isla de Lanzarote

Más allá del blanco

La "dictadura del blanco" ha estado en el punto de mira de más de cuarenta alumnos de Arquitectura. Lanzarote tiene identidad propia, entre otras cosas, por sus colores. En torno al "color" ha girado ...

8 de agosto de 2007 (20:00 CET)
Más allá del blanco
Más allá del blanco

La "dictadura del blanco" ha estado en el punto de mira de más de cuarenta alumnos de Arquitectura. Lanzarote tiene identidad propia, entre otras cosas, por sus colores. En torno al "color" ha girado precisamente el II Congreso Internacional de Arquitectura que se ha celebrado del 31 de julio al 7 de agosto en la Isla. "El objetivo es revisar este criterio y la normativa que ha acabado dando conformidad al paisaje de Lanzarote", afirmaba el arquitecto y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Manuel Bailo. Manuel ha sido el encargado de sacar adelante el taller "Lo viejo es nuevo". En él, los alumnos han analizado e investigado los colores naturales de la Isla, su pavimento. "Hay un soporte donde se coloca el blanco, las construcciones", explicaba Manuel. "Y nosotros vamos a estudiar las posibilidades de ese soporte". Para ello, los alumnos han realizado intervenciones directas sobre el paisaje en tres puntos de la Isla. "Que ellos alteren esa coloración puede dar pistas a los propios habitantes de las posibilidades que tiene Lanzarote, de lo que podría suceder y no está sucediendo: activar el color latente en la naturaleza", añadía Izaskun Chinchilla, arquitecta y directora de otro de los talleres que integran este Congreso.

La calidad cromática de Lanzarote ha sido el punto de partida para estos arquitectos. Sin embargo, las restricciones referentes al color que existen en la Isla (volvemos a la "dictadura del blanco") no han supuesto un límite para ellos. "Vamos a intentar que la restricción sea contemplada desde un punto de vista creativo, y a su vez ejerceremos una especie de poscrítica con respecto a los lugares y emplazamientos donde la normativa es demasiado prohibitiva", explicaba Izaskun. Una crítica de la que no se libra ni César Manrique. Y es que, aunque los arquitectos han destacado en todo momento su espíritu innovador y contacto con la Naturaleza, también ha tenido cabida una revisión de sus criterios y su obra. "En primer lugar, hay que recoger lo positivo de su trabajo, pero también hay que matizarlo y revisarlo", explicaba Manuel Bailo. "Manrique tiene un punto excesivamente desconfiado de la arquitectura, le da a todo una capa de blanco que lo homogeniza y anula los matices".

Para Manuel, esta falta de complejidad se convierte en una anulación de las posibilidades y el valor de los elementos arquitectónicos y paisajísticos de la Isla. "Yo creo que si el propio César estuviera vivo, habría evolucionado y tendría otras perspectivas sobre una Isla que ahora es diferente a la que él vivió", añadía Izaskun. Sin embargo, los participantes en este Congreso de Arquitectura lo han tenido muy claro: han trabajado sobre un legado que está presente, teniendo en cuenta el color, el cuidado estético y apreciaciones sociales. "Valores que César también apreciaría", apuntaba Izaskun.

Durante ocho días, 42 alumnos de arquitectura procedentes de las universidades de Las Palmas, Madrid, Barcelona y Valencia, han trabajado divididos en tres grupos. Este martes, cada grupo presentó tres propuestas como conclusión a un Congreso que ha supuesto un primer paso hacia democratización del Urbanismo.

Planificación urbanística y color

En un momento en el que los Planes locales de Ordenación Urbana y el Plan Insular de Ordenación Urbanística da quebraderos de cabeza a más de uno, los arquitectos tienen mucho que decir. "Como arquitecto, siempre he defendido el urbanismo como una actividad democrática", afirmaba rotundamente Izaskun. Los ciudadanos habitamos las ciudades, viajamos por las carreteras, apreciamos el paisaje que nos rodea. Hay que vivir con él, pero en pocas ocasiones tenemos la posibilidad de elegir su forma. "Se debería dar voz al mayor número posible de instituciones y personas, y arbitrar procesos de diseño, legislación y regulación donde todos los agentes involucrados tengan voz", explicaba la arquitecto. "Yo creo que los habitantes de Lanzarote se sienten muy orgullosos de su Isla, por su geografía, su paisaje y su color, y precisamente por eso saben que existen matices, que todo se puede cambiar", explicaba Manuel Bailo.

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