La agrupación para la defensa del paciente psíquico "El Cribo" participó a mediados de septiembre en una convivencia de tres días en el albergue de Pozo Negro, de Antigua, en Fuerteventura. Un total de 35 personas, entre usuarios y monitores, se desplazaron a este lugar para disfrutar del entorno.
Durante la convivencia, los usuarios de "El Cribo" tuvieron la visita de la asociación majorera de enfermos mentales, Asomasamen. El viaje fue "muy importante" para los miembros de El Cribo porque les dio la posibilidad de realizar actividades de diversa índole, sobre todo de ocio y tiempo libre. Además, pudieron relacionarse y conocer a personas de la isla vecina con sus mismos problemas e inquietudes.
"Actividades de este tipo les hace crecer como personas y les hace sentirse importantes. Además, sirve como respiro familiar, para las personas que tienen a su cargo un enfermo mental", afirman desde la dirección de El Cribo. Los usuarios pudieron disfrutar de actividades de senderismo, juegos en la playa, cine al aire libre y deportes y también realizaron una visita a la Virgen de La Peña.
Durante esta convivencia también estuvo el presidente de El Cribo, Jesús María Fernández, y el presidente de Asomasamen, Matías López.