La originalidad de las propuestas y planteamientos con respecto a los usos de la costa marcó el comienzo de las III Jornadas de Arte, Cultura y Turismo organizadas por el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC) del Castillo de San José.
El director del encuentro, el antropólogo Fernando Estévez, abrió el turno de ponencias con una defensa de los asentamientos costeros y de sus habitantes, sobre el argumento del derecho al sentido del lugar. A su juicio, la exigencia de las administraciones de eliminar estos poblados responde a un intento de las clases dominantes de acabar con una parte del patrimonio cultural y etnográfico popular. Estévez defendió la imposibilidad de recuperar la costa "pura y original, no intervenida" pues, según señaló, desde que el hombre habita el planeta ha ocupado el litoral y aprovechado sus recursos.
El arquitecto malagueño José María Romero incorporó a continuación una nueva línea de debate, al mostrar una Costa del Sol muy diferente a la que se percibe desde el exterior o difunden los medios de comunicación. Tal y como señaló, el litoral situado entre Gibraltar y Almería ha dejado de ser un parque temático destinado al consumo turístico, para convertirse en un espacio urbano con sus pulsiones y exigencias particulares.
Desde su experiencia como habitante en esta zona, Romero aseguró que, al igual de los colegios o los hospitales, infraestructuras como los campos de golf o los puertos deportivos han pasado a ser necesarios para los residentes, en esta nueva concepción de ciudad. "Pese a ello, la Ley de Suelo no contempla su construcción, por lo que quedan en manos de los intereses empresariales de la iniciativa privada", dijo.
Frente a los innovadores discursos de los primeros intervinientes, el urbanista y ex director general de Costas, José Fernández, mantuvo una firme postura conservacionista del litoral. Mediante la exposición de toda una batería de datos estadísticos, Fernández quiso poner en evidencia la fragilidad de la costa, su creciente deterioro, las amenazas que se ciernen sobre sus ecosistemas y por tanto, la urgente necesidad de estrategias de conservación, protección y rehabilitación.
"El litoral es la zona más frágil y apetecida del territorio y por tanto hay que evitar su uso en régimen de barra libre", apuntó. El que fuera responsable máximo de Costas del Gobierno de España en la pasada Legislatura destacó también el carácter público de la costa y la obligación del Estado de facilitar su aprovechamiento desde criterios de bien común y no permitir el disfrute privilegiado de unos pocos.
La jornada del jueves se centra en determinados casos de poblados costeros de Canarias, como los asentamientos de Fuencaliente (La Palma), las casas de Cho Vito (Tenerife) y la playa del Inglés (Gran Canaria). Finalmente, la sesión del viernes 11 estará dedicada a recopilar las experiencias en las islas, bajo el prisma de la arquitectura, el arte y los movimientos ciudadanos. Todas las charlas y debates dan comienzo a las 17.30 horas y finalizan en torno a las 21.00 horas.