Fotos: Sergio Betancort
Las fiestas de San Ginés finalizaron este lunes con dos citas que reunieron a miles de lanzaroteños y pusieron un broche de oro a esta edición. La primera llegó llegó de la mano de la legendaria formación Los Sabandeños, que el próximo año celebrará sus Bodas de Oro. Bajo la dirección musical del timplista Benito Cabrera, su actuación comenzó con un variado popurri de isas populares, a las que el público no pudo resistirse cantando los estribillos y acompañando con las palmas.
Elfidio Alonso, padre fundador del grupo, fue el encargado de presentar cada una de las composiciones elegidas para esta actuación tan especial. En esta ocasión hicieron un recorrido por algunos de los más de 70 discos que tienen en su haber, haciendo un repaso más concienzudo de su último disco, titulado "Patrimonio".
En este concierto, Los Sabandeños contaron con la participación de dos destacados solistas de Lanzarote: Ciro Corujo, componente de la parranda Chimia, que intervino en unas seguidillas cuyas letras fueron extraídas de las coplas del maestro de salinas Victor Fernández Gopar; y Marcial de León, componente de la agrupación folclórica Los Campesinos, que intervino con unas malagueñas con aires de Lanzarote. El concierto acabó con la interpretación del pasodoble Islas Canarias.
Fuegos artificiales
Terminado el concierto, llegó el momento de despedir las fiestas por todo lo alto. A las once en punto estalló el primer volador anunciando que daba comienzo la quema de los fuegos artificiales. El espectáculo se desarrolló ante la mirada atentas de miles y miles de personas, que abarrotaban todos los accesos al litoral marítimo de Arrecife.
La arena de la playa del Reducto quedó totalmente cubierta por el público, que tomó asiento para no perderse el espectáculo pirotécnico. Durante los casi 15 minutos que duraron los fuegos, los aplausos se escucharon en varios momentos, hasta que al terminar sonó una gran ovación que despidió el espectáculo pirotécnico y esta edición de las fiestas de San Ginés.