El pasado domingo, 15 de diciembre, los niños y niñas del colegio de Tao, junto con sus padres y profesoras y miembros de la asociación Pueblo Maho, dedicaron la jornada a restaurar el paisaje de la Caldera de Guanapay, en Teguise, que se encontraba seriamente dañado por la moda de apilar piedras para formar figuras y nombres y devolverlo así, a su estado natural.
Con esta acción, la comunidad educativa del CEIP Tao ha querido concienciar a toda la población sobre la importancia de no alterar el paisaje y de las consecuencias negativas que tiene esta práctica sobre el ecosistema de la isla.
Esta es una de las muchas acciones que el colegio de Tao lleva emprendiendo desde hace varios cursos, en favor de la conservación del medioambiente y que lo han hecho ser el centro piloto, en el curso 2015-16, del programa Colegio de la Biosfera, del Cabildo y recibir, en el 2018, el sello distintivo de calidad "Vida Saludable", que otorga el Ministerio de Educación a todos los centros que promocionan la práctica de hábitos de vida saludable entre su alumnado.
En este sentido, el CEIP Tao no solo se preocupa de fomentar hábitos saludables a nivel físico y fisiológico, con el consumo diario de fruta como desayuno escolar (proyecto frutilandia) y la práctica de actividad física en los recreos a través de los juegos tradicionales o el cepillado de dientes después de desayunar, sino también a nivel social y ambiental, cuidando del huerto escolar, con la ayuda de los abuelos de los niños o cuidando de su entorno más cercano, apadrinando una jardinera de la calle del colegio, con el compromiso de cuidarla durante todo el curso, entre muchos otros proyectos. Porque, "al fin y al cabo, son ellos, los niños, los encargados de velar para que Lanzarote siga siendo Reserva de la Biosfera y es nuestro deber, como maestros y padres, legarles una isla saludable".
